Un tribunal de Salta condena a diez años de prisión a un hombre que mató a su padre

La Sala I del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta ha resuelto, en fallo dividido, condenar a un hombre a la pena de diez años de prisión tras hallarlo culpable de un delito de homicidio calificado por el vínculo mediando circunstancias extraordinarias de atenuación.

Los jueces Mónica Mukdsi y Martín Pérez emitieron el voto mayoritario, mientras que el voto disidente fue emitido por el magistrado Héctor Alavila, presidente de la Sala.

Los hechos enjuiciados se remontan al 27 de septiembre de 2013, en torno a la medianoche, cuando -según se ha declarado probado- el acusado llegó en moto a la casa de su padre, acompañado de su concubina. Según el relato fáctico de la sentencia, solo un par de horas antes, la mujer había mantenido una discusión con su suegro por una deuda impagada y el acusado se encontraba en estado de ebriedad.

La víctima vivía en una construcción ubicada al fondo de la vivienda de su exmujer, la madre del acusado, en el barrio Juan Pablo II de la ciudad de Salta. Al llegar al lugar, el acusado estacionó su moto en la vereda y se dirigió solo hacia la parte posterior de la vivienda que ocupaba su padre. Allí discutió con él y luego le infligió una herida en la zona lateral izquierda del abdomen.

El hombre fue trasladado al centro de salud de barrio Castañares y posteriormente derivado al Hospital San Bernardo, en donde fue intervenido quirúrgicamente. Quince días después, el 12 de octubre, el hombre falleció por una parada cardiorrespiratoria.

Los jueces que suscribieron el voto mayoritario sostienen que en los hechos mediaron circunstancias extraordinarias de atenuación, ya que de los informes psicológicos y ambientales, así como de las declaraciones de testigos, surge que la relación entre el condenado y su padre era hostil desde hacía mucho tiempo atrás, a raíz de situaciones de maltrato y humillación a las que, desde pequeño, había sometido la víctima a su hijo.

En el juicio quedó acreditado también que la víctima poseía una personalidad y que también tenía problemas de alcoholismo; que acostumbraba a portar armas y que pesaba sobre él una orden de alejamiento del domicilio de su exmujer -madre del acusado- por presunto maltrato físico.

Fuente: Poder Judicial de Salta