
Pereyra considerado que el acusado es culpable de un delito de tenencia simple de estupefacientes, razón por la cual, como condición para mantener la libertad, le ha impuesto una serie de reglas de conducta que el condenado deberá cumplir en los próximos dos años (a pesar de haber sido condenado a uno), si es que no quiere pisar los pasillos de la penitenciaría salteña.
Así, don C.A.A. deberá fijar residencia, notificar cualquier cambio de domicilio al tribunal y someterse al cuidado del Patronato; abstenerse de abusar de bebidas alcohólicas y/o estupefacientes y realizar un tratamiento contra las adicciones en el lugar más próximo a su domicilio, en caso de que el profesional designado lo considere pertinente.
Más llamativo es, sin embargo, que el juez Pereyra le haya impuesto como deber, durante el mismo periodo, el de c«propender (sic) al inicio y continuación de los estudios secundarios a partir del ciclo lectivo del año 2017».
El condenado deberá presentar cada tres meses ante el tribunal su boletín de calificaciones.
Fuente: Poder Judicial de Salta