
Según el portavoz de prensa del Poder Judicial de Salta, los hechos enjuiciados ocurrieron en el año 2013 cuando la víctima tenía 11 años de edad y su madre -que denunció los hechos a la autoridad- comenzó a advertir en ella comportamientos extraños. Según la denunciante, la niña no quería comer, no solía, no hablaba con nadie, no quería ir a la escuela y decía que veía sombras que le pegaban.
Ante la insistencia de su entorno por saber qué le ocurría, la niña contó finalmente que el concubino de su tía (hermana de la denunciante) había abusado sexualmente de ella reiteradas veces, cuando se quedaba a dormir en casa de su abuela. La menor contó que tenía miedo porque el hombre había amenazado con matar a toda su familia si hablaba. También le había dicho que si contaba lo ocurrido, sus primos se iban a quedar sin padre porque él iba a ir a la cárcel.
La niña narró además que no quería salir porque veía el auto de su agresor estacionado afuera de su casa o de la escuela.
Ahora, como una profecía autocumplida, el hombre dejó a los primos de su víctima "sin padre"; por lo menos por los próximos nueve años.
Fuente: Poder Judicial de Salta