
Las sesiones del juicio darán comienzo el próximo día lunes 16 de septiembre y está previsto que finalicen el día 5 de octubre.
Los acusados deberán responder por la muerte del menor de edad Luciano Martínez, el niño de Isonza, que fue derivado al Hospital Público Materno Infantil de la ciudad de Salta desde el hospital de Cachi tras haberse accidentado en la escuela a la que acudía.
El pequeño Luciano falleció, presuntamente a causa de una negligencia médica, en los primeros días de julio de 2012.
En su escrito de acusación, la fiscal del caso, señora Gabriela González expresa que los elementos de convicción reunidos durante la etapa instructoria revelan que la muerte de Luciano Martínez «fue el resultado de la mala praxis médica, producida por una serie de omisiones, negligencias y retrasos por parte de los médicos que lo atendieron en el Hospital Materno Infantil».
Para la fiscal, la falta de un diagnóstico oportuno y la práctica de un escáner «que se imponía como necesaria dado los síntomas que evidenciaba el menor» son causas directas del deceso del menor.
Antecedentes del caso
Tras sufrir el golpe en la cabeza, el pequeño Luciano, de 9 años de edad, fue trasladado desde el paraje Isonza, en donde se produjo el accidente, hasta el hospital zonal de Cachi, desde donde, a su vez, fue derivado en horas de la madrugada hacia la ciudad de Salta. El niño ingresó al Hospital Público Materno Infantil a la 1 de la mañana del día viernes 29 y, según versiones, no recibió atención médica sino después de transcurridas 9 largas horas.Ante la evolución desfavorable del niño, los médicos decidieron practicarle un TAC (tomografía axial computerizada), aunque solo fue sometido a cirugía tras presentar un cuadro de inestabilidad que incluyó un paro respiratorio. Tras la operación, los médicos no pudieron controlar la presión intercraneal y el niño finalmente falleció el día lunes 2 de julio.
Conocidas las circunstancias que rodearon el deceso, algunos medios comenzaron a barajar la negligencia médica como causa de la evolución clínica desfavorable. Estas hipótesis apuntan a que la realización oportuna del TAC (el Hospital Privado Materno Infantil carece de escáner) habría revelado la verdadera entidad y gravedad de las lesiones que presentaba el menor y determinado en consecuencia la reformulación de la estrategia quirúrgica.