El juez Reynoso exige la responsabilidad disciplinaria de los fiscales Villalba, Iglesias y Bruno

Mediante un escrito de trece folios redactado en papel oficial, el Juez Federal de Orán, Raúl Juan Reynoso, ha comparecido ante la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, para denunciar a los fiscales federales Eduardo Villalba, Diego Iglesias y José Luis Bruno, a quienes el magistrado oranense acusa de abuso de autoridad, denegación y retardo de justicia y violación de deberes.

Reynoso funda su denuncia en las disposiciones de la Ley Orgánica del Ministerio Público (Nº 24.946), cuyo artículo 16 atribuye al Procurador General de la Nación el poder disciplinario para sancionar a los magistrados del Ministerio Público Fiscal que hubieran incurrido en incumplimiento de los deberes a su cargo.

En concreto, el Juez Federal de Orán afirma en su denuncia que tanto Villalba, como Iglesias y Bruno han incurrido en omisión de su deber de perseguir los delitos y de actuar en defensa de la legalidad, entre otros muchos incumplimientos que el magistrado denunciante considera que los fiscales han cometido en relación con el mandato legal contenido en el artículo 25 de la citada Ley Orgánica.

«Cualquier abogado, o un avezado estudiante de derecho, se da inmediatamente cuenta de que las presentaciones de Villalba e Iglesias son manifiestamente parciales, injustas, desproporcionadas, ilegales e ilegítimas», dice el juez en su denuncia.

Reynoso pretende -y lo dice expresamente en su denuncia- que la Procuradora General de la Nación ejerza la facultad prevista en el inciso a) del artículo 20 de la citada ley y, en consecuencia, promueva contra los fiscales denunciados el correspondiente proceso ante el Tribunal de Enjuiciamiento, de cara a una eventual destitución de Villalba, Iglesias y Bruno.

La denuncia habla de «un sostenido ataque mediático» que se nutre de informaciones (se supone que veraces) que «se filtran desde algún sector del Poder Judicial o del Ministerio Público de nuestra zona norte». El juez denunciante afirma también que las filtraciones interesadas y el linchamiento mediático del que está siendo víctima quedan demostrados por el hecho de que cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria procedió al allanamiento de las oficinas de su Juzgado, por orden del juez Bavio, los periodistas llegaron antes de que la diligencia se llevara a efecto.

Reynoso efectúa en su denuncia un detallado repaso de diferentes causas penales por él promovidas por amenazas de muerte, contra su persona y contra miembros de su familia, así como por ataques vandálicos, que no fueron perseguidas con la debida diligencia por los fiscales y que fueron rápidamente archivadas por el juez Bavio.

En un pasaje de su escrito de denuncia el Juez Federal de Orán sugiere que en varias ocasiones su estatus procesal cambió de «amenazado» a «denunciado», tras la intervención del juez subrogante de la capital salteña, con el consentimiento del fiscal federal. Da la impresión -dice el denunciante- que tras pasar por el Juzgado Federal Nº 1 de Salta, los imputados y procesados «salen cargados de valor» para denunciar posteriormente al juez Reynoso.

En cuanto a los fiscales que lo investigan por los presuntos delitos de asociación ilícita, cohecho y prevaricación, Reynoso dice que resulta cuanto menos llamativo que en este procedimiento se haya procedido a la detención de ocho personas, entre las que no figura ninguno de los presuntos corruptores o autores de las dádivas, a pesar de que su identidad se encuentra suficientemente acreditada en el sumario.

«No se le pudo escapar a todos estos fiscales que, en los delitos investigados, hay una parte activa y una parte pasiva (“alguien paga y alguien cobra”). Pero solamente se incriminó, se produjeron numerosas detenciones, allanamientos, secuestros de objetos, a quienes aparecen como partes pasivas. Pero no se detuvo a Iván Cabezas y a su hermana, que él mismo identificó, a la Dra. Roxana Rivas Vázquez, a Diego Karioca Aquino, a Roxana Natalia Brítez y a todas las otras personas que declararon saber de supuestos pagos para obtener supuestos beneficios procesales», afirma Reynoso en su escrito de denuncia.

También reprocha Reynoso a los fiscales no haber actuado de forma diligente contra el letrado David Arnaldo Leiva quien en el transcurso de una cena de abogados, públicamente, había acusado de «coimeros» a los secretarios federales. La denuncia fue archivada en octubre de 2015 por el juez Bavio, sin que el fiscal Villalba se hubiese preocupado siquiera -dice Reynoso- de citar a la persona que había presenciado la acusación pública de Leiva: el escribiente letrado del Juzgado Federal de Orán, José Fernández.

«Una usina generadora de falsas denuncias»

Reynoso ha cargado también contra el fiscal federal José Luis Bruno, que se desempeña ante su propio Juzgado. El magistrado oranense llega a calificar en su escrito a la Fiscalía Federal de Orán como «una usina generadora de falsas denuncias» y recuerda que ya en el año 2007 el fiscal Bruno intentó que lo destituyeran.

«En realidad, quien perdió el cargo fue la entonces Defensora Oficial, Dra. Dolores Pistone, que actuaba en connivencia y “en sociedad” con el Fiscal Bruno-, puesto que todo Orán sabe (y yo lo anticipé y denuncié por escrito, que el fiscal Bruno le brinda información que debe ser reservada, no solo al ahora denunciante abogado David Arnaldo Leiva), sino también a un procesado por asociación ilícita: Iván Cabezas», dice la denuncia de Reynoso.

Sobre Bruno dice además Reynoso que debe ser sancionado, por lo menos, por inacción, ya que el fiscal supuestamente no se da por aludido cuando debe proceder notitia criminis; nunca asiste a las declaraciones indagatorias y mucho menos a las de testigos, dice la denuncia.

En las 31.500 causas ingresadas, de las cuales por lo menos 28.500 siguen abiertas, «el Dr. Bruno cuando mucho debe haberse presentado en solo dos o tres expedientes, haciéndose presente en indagatorias (lo hizo cuando las causas tienen extremada resonancia pública o mediática), pero lo hace siempre por un muy breve tiempo, ya que nunca se queda hasta que se concluye con los actos respectivos; es decir, solo lo hace para “figurar” en esas dos o tres ocasiones en que vino (ofrezco como prueba las miles de causas que se tramita en el Juzgado)», agrega la denuncia de Reynoso.

Finalmente, el Juez Federal de Orán afirma que el sostenido ataque mediático que, según él, se está llevando a cabo en su contra coincide llamativamente con el hecho de haber quedado entre los cinco mejores promedios en los concursos convocados para la selección de magistrados que integrarán la nueva Sala de la Cámara de Apelaciones de Salta y el futuro Tribunal Oral Federal Nº 2 (concursos 274 y 280, respectivamente). En este último -dice Reynoso- consta una extensa felicitación por su desempeño.