
Ayer, a última hora de la tarde, el gobierno enviaba a los medios un comunicado de prensa en el que ponía en boca del Obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, unas palabras que suponían el apoyo explícito del Sumo Pontífice al trabajo que desarrolla el recientemente creado Ministerio de la Primera Infancia del gobierno provincial y el aval de la máxima autoridad de la Iglesia a las medidas que adopta el gobierno provincial en materia de atención a la infancia vulnerable.
En base a este respaldo presunto, el gobierno ha sacado pecho y calificado la noticia de «impactante». El aparato de comunicación oficial del gobierno no ha desaprovechado la ocasión para arrimar ascuas a su sardina y decir que el supuesto apoyo papal «deja en evidencia que gracias a la decisión y el compromiso del gobernador de la Provincia, Juan Manuel Urtubey, Salta logró generar un cambio de paradigma en cuanto a las políticas públicas destinadas a los niños».
Pero lo cierto es que las palabras de Zanchetta utilizadas por el gobierno han sido extraídas de una carta que el obispo envió «a la comunidad diocesana de la Nueva Orán», fechada en Roma el pasado día viernes 26 de junio de 2015.
En dicha carta, cuyo contenido es público y se puede consultar al pie de este artículo, el señor Zanchetta no da a entender en ningún momento el apoyo o la simpatía del Sumo Pontífice respecto de política alguna del gobierno de Salta.
En el párrafo de la carta en que se menciona al Ministerio de la Primera Infancia, Zanchetta dice textualmente lo siguiente: «También lo puse al tanto sobre el trabajo en común que hemos empezado a desarrollar colaborando con algunos proyectos del Ministerio para la Primera Infancia en relación al problema de la desnutrición infantil. Al respecto le pareció bien vincular este trabajo con algunas iniciativas que promueve el Pontificio Consejo “Justicia y Paz” de la Santa Sede, por lo cual en breve me pondré en contacto con ellos».
Salvo interpretaciones tendenciosas e interesadas, lo que a juicio del Obispo 'le pareció bien' al Papa es la idea de vincular el trabajo conjunto entre la Diócesis de Orán y el gobierno de Salta con algunas iniciativas del Pontificio Consejo Justicia y Paz. En ningún momento la carta dice que al Papa le haya parecido bien el trabajo del Ministerio de la Primera Infancia. Tampoco la carta alude al «compromiso» del gobernador Urtubey ni menciona «cambio de paradigma» alguno en relación con las políticas de infancia.
Todo indica, pues, que las palabras del obispo Zanchetta han sido manipuladas en su beneficio por el gobierno y que la poca seriedad de la comunicación oficial ha colocado al prelado en una delicada situación de cara a la opinión pública, pues aunque es bien conocida su sintonía con el gobierno, nada autoriza a que sus impresiones sobre su encuentro con el Papa sean tergiversadas de una forma tal que el obispo aparezca ante el Pontífice como portavoz o como defensor de la políticas de un gobierno determinado.
La Santa Sede no ha dicho nada al respecto
En cualquier caso, si tal apoyo existió, no corresponde al gobierno de Salta ni al Obispo de hacerlo público, sino a los habituales portavoces de la Santa Sede, toda vez que el referido «apoyo» compromete seriamente la opinión del jefe de la Iglesia (y de un jefe de Estado) sobre asuntos de naturaleza claramente política.Si el gobierno dice la verdad y ha sido el Obispo de Orán quien le ha trasladado el apoyo o la aprobación del Papa a sus políticas, corresponderá al prelado aclarar en qué contexto, con qué palabras y con qué alcance se produjo exactamente ese supuesto aval pontificio, que, de haberse producido, comportaría un notable (se podría decir, incluso, «impactante») apartamiento de la línea de discreción y neutralidad política que, en relación con la Argentina, se ha marcado el papa Francisco desde marzo de 2013.
Texto original de la carta del Obispo de Orán desde Roma
{pdf=http://noticias.iruya.com/newnex/images/stories/sociedad/religion/carta_obispo_oran.pdf|826|900|viewer}Ver la carta en tamaño completo
