
Gravemente desautorizada por el Gobernador de la Provincia, después de efectuar en un programa de televisión unas desafortunadas declaraciones, Lobo se ha visto obligada a abandonar el cargo que ocupaba, justo en medio de un huracán mediático de alcance internacional que cuestiona la eficiencia de las políticas del gobierno provincial en la lucha contra la desnutrición y la mortalidad infantil.
Hace pocos días, frente a cuestionamientos por la presunta ocultación de información sobre niños fallecidos por desnutrición, Lobo defendió la actuación de su cartera diciendo que el Ministerio de Salud «no era un obituario para publicar el nombre de los muertos».
La actitud deshumanizada de la funcionaria fue ventilada por varios medios nacionales antes de que el propio gobernador Urtubey la desautorizara públicamente y sellara, anticipadamente, su suerte.
Lobo se convierte así en la primera víctima política de la llamada «campaña sucia», es decir, el enfrentamiento entre el pricipal grupo mediático de la Provincia y el gobierno provincial en un año en el que se celebrarán cuatro elecciones en Salta.
La dimisión de Lobo no arroja luz sobre el verdadero alcance del fenómeno de la desnutrición infantil en Salta, pero sirve para poner de relieve la debilidad del entramado político del gobierno de Urtubey, su creciente vulnerabilidad a las operaciones mediáticas y la carencia de recursos para enfrentar los problemas estructurales que afectan a la sociedad.