Apenas un año le ha bastado a la empresaria Paula Bibini para experimentar en carne propia los sinsabores de la penosa realidad socioeconómica de Salta. Su paso por el Ministerio de Trabajo, Producción y Desarrollo Sustentable -creado a su medida a finales de 2017- no será recordado precisamente como un dechado de aciertos y de sensibilidad social.
Diversos medios de Salta informan este mediodía que Bibini ha decidido abandonar el barco y destacan el que lo haya hecho en medio de una tormenta; pero no precisamente una de las que están cayendo con fuerza en algunas partes de la Provincia, sino en la no menos violenta y no menos dañina tormenta provocada por la tensa situación que viven los trabajadores del petróleo, amenazados por el cierre de una importante planta productora en el norte de la Provincia de Salta.
Ya se la vio a la ministra incómoda y con el gesto descompuesto cuando hace unos meses debió ir a Buenos Aires a poner la cara para explicar el cierre del ingenio San Isidro, y tratar de sacar las castañas del fuego a un gobierno que se vio sorprendido por la fuga de los propietarios de la antigua planta industrial. Hoy, quien fuera uno de los fichajes estrella del último gobierno de Urtubey se ha visto desbordada por otra crisis del empleo que su ministerio no ha sabido, no ha querido o no ha podido atajar.
El alejamiento de Bibini se produce también en un contexto de acelerados intercambios de dulzuras entre el jefe Juan Manuel Urtubey y las direcciones regionales de la Unión Industrial Argentina. Ante el rechazo que el Gobernador de Salta provoca en las filas obreras, su refugio en los pliegues del antagonista social era un asunto cantado, aunque de ese idilio se haya apeado hoy la señora Bibini, quien tampoco pareció nunca caerle bien a los sindicatos salteños.
Bibini se va también del gobierno a las pocas horas de que el INDEC haya hecho públicos los indicadores del mercado de trabajo correspondientes al tercer trimestre del 2018, que revelan que durante su gestión como ministra el desempleo ha avanzado medio punto porcentual en Salta, al tiempo que ha caído la tasa de actividad. Los números de la contabilidad laboral no han acompañado a Bibini en ningún momento, aunque desde luego hay que decir en favor de la dimitida ministra que Urtubey ha tenido ministros de Trabajo mucho más inútiles que ella.