
Un tercio de estas mesas se ocupará de contar los votos del Departamento de la Capital. El resto se encargará de las urnas de otros puntos de la Provincia, comenzando por los departamentos de Anta, Cachi, Cafayate y Cerrillos.
Un total de 2862 mesas serán escrutadas de forma manual; es decir, leyendo la impresión de las tarjetas de voto, una por una. La decisión, adoptada por el Tribunal Electoral dos días antes de la votación, excepciona lo dispuesto en la ley vigente que solo prevé el recuento manual del 5% de las mesas, escogidas de forma aleatoria.
Según el Tribunal Electoral, el cambio de criterio respecto a la cantidad de mesas que serán escrutadas de forma manual obedece a la necesidad de «llevar al ciudadano la absoluta tranquilidad sobre el fiel respeto a la voluntad popular».
La declaración asume que el recuento automatizado que se venía practicando (mediante la lectura electrónica de los chips de radio frecuencia insertados en las boletas de voto) provoca inseguridad e intranquilidad, así como la sospecha sobre la falta de sinceridad de los resultados.