
Será la cuadragésima segunda vez que se enfrenten los que hoy son las dos mejores raquetas de planeta. Federer aventaja a Djokovic por 21-20, gracias a su última victoria en la final del pasado Masters de Cincinnati por 7-6 (7-1) y 6-3.
Ambos se han enfrentado en tres finales de torneos de Grand Slam, dos en Wimbledon, que ganó el tenista serbio (2014 y 2015), y una en el Abierto de Estados Unidos, en la del 2007, que cayó del lado del jugador suizo.
Superioridad ante Wawrinka
Ante Wawrinka, Federer, de 34 años, que jugará por primera vez la final del Abierto desde el 2009, cuando rompió racha de cinco títulos de campeón consecutivos, volvió a imponer su tenis completo y de precisión con el que nunca permitió que su discípulo se pudiese meter nunca en el partido. El partido, que duró una hora y 32 minutos, sólo tuvo algo de interés e historia en la primera manga, cuando Wawrinka, actual campeón de Roland Garros, se mantuvo en el juego, a pesar que en el tercero, Federer ya le había roto el saque.Federer, intratable con su saque, siguió sin perderlo, también resto de forma brillante, su golpe de derecha siguió demoledor, lo mismo que su revés de una mano que superaba en todo momento los intentos de Wawrinka de hacer un tenis más agresivo con subidas a la red. La manga cayó del lado de Federer y a partir de ese momento todo le fue más fácil porque Wawrinka seguía sin descifrar los saques del actual número dos del mundo, que siguió inaccesible y esperó al séptimo juego para hacerle de nuevo el break a su rival.
Con el 4-3 a su favor la moral de Wawrinka se vino abajo y los volvió a perder en el noveno para que Federer cerrase la manga a su favor con toda la comodidad. Luego llegaría la tercera en la que fue todo un paseo para Federer que vio como Wawrinka ya ni tenía juego, ni ganas de luchar por una remontada que se presentaba imposible ante la inspiración y juego del exnúmero del mundo, que se dedicó a dar una cátedra de tenis con sus golpes mientras aseguraba la victoria, que cerró con un aces monumental, el décimo del partido. Federer, que mantuvo su dominio en los duelos ante Wawrinka al que ganó por decimoséptima vez en 20 enfrentamientos, concluyó el partido con 29 golpes ganadores y sólo 17 errores no forzados, por 25 y 30, respectivamente, de su rival, que perdió cinco veces el saque y ganó nueve puntos en 18 subidas a la red.
Federer también lo superó en esa faceta del juego al conseguir 22 tantos de 28 subidas, lo que demostró el tenis de ataque permanente que mantuvo desde que salió a la pista central Arthur Ashe Stadium. "Volver a la final del Abierto después de seis años ha sido el resultado de un trabajo duro, pero estoy muy feliz de haberlo conseguido", declaró Federer, que llega a la final sin haber perdido un sólo set y tiene 28 ganados de forma consecutiva. "Demuestra que estoy en un gran momento de forma con un tenis completo". Federer dejó su marca en 267-13 en los partidos de Grand Slam en los que ganó la primera manga.
Fuente: ABC