
Tras realizar una buena primera parte y maniatar al equipo argentino, el seleccionado mexicano aumentó su ventaja con un gol de Héctor Herrera a los 25 minutos del segundo tiempo.
En la segunda mitad, el equipo argentino reaccionó y pudo equilibrar el juego. La delantera, integrada por Messi, Tévez y Correa dejó algunos detalles en los primeros minutos, pero fue solo al final del partido en que la Argentina encontró la contundencia que había buscado durante toda la noche.
La entrada del Pocho Lavezzi y, especialmente, la del Kun Agüero posibilitaron la remontada argentina y ahogaron el grito de triunfo de una selección mexicana que jugó como en casa, con una enorme cantidad de simpatizantes en el estadio tejano.
A falta de cinco minutos para el final, un certero pelotazo de Lionel Messi desde el círculo central puso a Lavezzi en carrera por delante de su marcador sobre la banda izquierda del ataque argentino. El delantero del Paris Saint-Germain se aprovechó de una mala salida del arquero Muñoz y desde un ángulo muy difícil envió un centro al área chica que el Kun Agüero convirtió en gol, pese a la oposición de dos defensores mexicanos.
Cuatro minutos más tarde y casi sobre el pitido final, fue Agüero quien puso una exquisita pelota para Messi en el centro del área. El delantero rosarino, que arrancó prácticamente al borde del off-side, controló con el pecho de espaldas al arco y sin dejar botar la pelota sacó un zurdazo cruzado que se coló por entre las piernas del arquero.
El empate sirvió para maquillar el resultado de un partido que fue favorable a México y que desnudó, otra vez, las debilidades defensivas del equipo dirigido por Martino, que sobre el final debió recurrir a Mascherano como defensa central.