
El F.C. Barcelona entiende que la cláusula liberatoria expiró el pasado 10 de junio, pero Messi y sus abogados entienden que la interrupción de la temporada a raíz del estado de alarma y las consecuencias de la pandemia han hecho que la temporada se haya extendido hasta este mes de agosto.
A pesar de esta discrepancia, la junta directiva del Barcelona llevaba días esperando a que Messi diera el paso. La incertidumbre se hizo más intensa desde que se confirmó el relevo del entrenador cántabro Quique Setién y su reemplazo por el holandés Ronald Koeman, quien si bien anunció que cuenta con el delantero argentino para la próxima temporada, también comunicó a los representantes de Luis Suárez, Samuel Umtiti, Ivan Rakitic y Arturo Vidal que no van a seguir en el Barça.
Según anticipa el diario El Mundo, el divorcio no será sencillo, por mucho que en las últimas horas varios eran los directivos que apostaban por la marcha del argentino, futbolista que la cuesta al club unos 100 millones de euros brutos por año.
El mismo diario señala que para Messi la situación «es ya del todo inaguantable» y apunta al presidente Josep María Bartomeu como responsable. El periódico subrata que Bartomeu pasará a la historia «como el presidente que empujó a Messi a la puerta de salida, con 33 años y sin haber podido culminar su carrera deportiva en el equipo de su vida».