Argentina vence a Brasil por 1 a 0 en un afortunado debut de Sampaoli

  • El equipo dirigido por el santafesino Jorge Sampaoli, que estrenaba oficialmente el cargo, ha vencido por la mínima diferencia al seleccionado brasileño entrenado por Tite. La Argentina debió luchar para mantener la ventaja obtenida ante un rival que milagrosamente no pudo batir la meta defendida por Romero.
  • Triunfo argentino en Melbourne
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La Selección Argentina ha batido esta mañana a su tradicional rival por 1 a 0 y de esta manera ha conseguido igualar la serie histórica de enfrentamientos con el temible vecino: en 100 encuentros, 37 victorias para cada uno, 26 empates, 154 goles para la Argentina y 152 para Brasil.

Con un planteamiento nuevo pero cauteloso, el entrenador Jorge Sampaoli mandó a la cancha a un equipo pensado para asistir a Messi. Pero como suele suceder en partidos cerrados y con pocos espacios, el rosarino cedió el protagonismo a figuras como Ángel Di María y Lucas Biglia que se erigieron en motores del equipo argentino.

Ante más de 92.000 personas congregadas en el estadio de Melbourne, el equipo nacional consiguió hilvanar algo de juego en la primera parte y decayó notablemente en la segunda ante el empuje del rival y su necesidad de equilibrar el partido.

Pero Brasil, sin algunas de sus figuras más importantes, como Neymar, careció de precisión en la mayor parte del encuentro y tampoco encontró los espacios que le habitualmente le permiten desarrollar su juego con comodidad.

Al filo del descanso, una jugada a balón parado permitió a la Argentina colocarse en ventaja, cuando un centro de Di María fue conectado de cabeza por Nicolás Otamendi y la pelota, tras picar en el suelo, pegó en el palo izquierdo del arquero brasileño. El rebote fue capturado por Gabriel Mercado, que marcó a puerta vacía.

En la primera parte, la Selección tuvo dos ocasiones más: dos disparos de Ángel Di María (uno que se estrelló en la escuadra y el otro que fue parado con dificultad por el arquero rival) y una clara ocasión de Paulo Dybala que remató con rosca, a colocar, pero la pelota salió a pocos metros del arco brasileño.

Mientras, los rivales con Willian y Coutinho a la cabeza desplegaron un juego vistoso que generalmente encontró mal colocado a Gabriel Jesús o muy acertado a Otamendi, que anuló prácticamente a su compañero del Manchester City.

En el segundo tiempo cambiaron los vientos y Brasil se vino en tromba en busca del arco de Romero. En una jugada muy bien hilvanada por los delanteros, el equipo rival envió dos remates consecutivos a la madera, antes de que Lucas Biglia, en una acción muy afortunada, evitara el tercer disparo.

A pesar del dominio brasileño, la segunda mitad careció de ritmo por los continuos cambios efectuados por ambos entrenadores.

Sampaoli mantuvo hasta el final a Lionel Messi en la cancha, que bien sujeto durante todo el partido por la zaga contraria, bajó a recibir al centro del campo y organizó las mejores jugadas de su equipo, pero no llegó ni siquiera a disparar una sola vez al arco contrario.

Gonzalo Higuaín, titular, cedió su puesto a Joaquín Correa, que protagonizó dos jugadas interesantes antes de caer engullido por la marca del rival.

Durante el partido, Sampaoli modificó su original defensa de 3 y pasó a una de 4 tras el cambio de Tagliafico por Gómez. La lesión de Gabriel Mercado obligó a dar entrada a Emanuel Mammana, quien ocupó el flanco derecho de la derecha argentina hasta el final del partido.