La policía entra en la cafetería de Sydney y libera a los rehenes

(TÉLAM) - Efectivos armados entraron por asalto hoy en una cafetería en la ciudad australiana de Sydney, liberaron a un grupo de personas que habían sido mantenidas allí como rehenes durante 16 horas por un hombre de orígen iraní y dieron por finalizado el hecho sin informar sobre la suerte corrida por los cautivos y el secuestrador.

En el lugar se escucharon fuertes explosiones y disparos y casi inmediatamente después comenzaron a salir rehenes que eran auxiliados por equipos de médicos y policías, informó la agencia de noticias DPA.

El secuestrador es un joven de origen iraní llegado a Australia en 1996, al que identificaron como un clérigo que había adoptado el nombre de Man Maron Monis.

Según informa el diario Sydney Morning Herald y refleja la agencia de noticias Europa Press, la policía dió por terminado el secuestro pero sin dar detalles sobre posibles muertos, o heridos.

Antes de que se produjeran los disparos y entraran los agentes, según informó la cadena ABC News, varios de los rehenes habían conseguido abandonar el establecimiento, situado en la zona céntrica de Martin Place, en la habitualmente tranquila ciudad de Sydney.

Tras los disparos, otros rehenes más abandonaron la cafetería, algunos de ellos con ayuda de personal sanitario y al menos dos en camillas, sin que inicialmente se conocieran detalles sobre posibles heridos.

En tanto, el hermetismo sobre el resultado de la acción policial continuaba cuando la actividad en el área de la cafetería asaltada comenzaba a normalizarse.

Todo había comenzado en horas de la mañana australiana cuando un joven tomó un céntrico y concurrido café de Sydney con varios trabajadores y clientes en su interior, al tiempo que amenazaba con hacer detonar dos bombas en el lugar y otras dos en sitios no especificados de la ciudad.

El primer ministro australiano, Tony Abbott, convocó al menos a dos reuniones urgente de seguridad nacional y calificó al hecho de "inquietante".

"Todavía no conocemos los motivos del responsable, tampoco sabemos si hay motivos políticos, aunque parece claro que algunos indicios nos dicen que sí los hay", había dicho el premier en una rueda de prensa, según informó la agencia de noticias EFE.

Alrededor de la zona se apostaron rápidamente unas dos docenas de agentes de unidades especiales y alrededor de 50 policías y detectives vestidos de civil y con chalecos antibalas.

Luego de varias imágenes que se difundieron por los medios y de un pedido a la prensa para que no revelara los datos del secuestrador, la Policía de australia identificó al hombre armado como Man Maron Monis.

El sospechoso nació en Irán con el nombre de Manteghi Bourjerdi, se trasladó a Australia en 1996 y cambió su nombre, informó el canal 9News y reprodujo la agencia de noticias DPA.

Considerado un clérigo musulmán radical, Monis participó en varias protestas en el pasado contra la presencia de topas australianas en Afganistán y, aunque se ha declarado un activista pacífico, fue condenado a 300 horas de servicio comunal.

Cuando aún se desconocían estos datos pero sí había trascendido que era musulmán, el hecho de obligar a dos rehenes a que colgaran una bandera en grafía árabe con la leyenda "Alá es grande y Mahoma su único profeta", llevó a especular que se trataba de un miembro de una organización yihadista.

Sin embargo, se trataba de la bandera negra con la "Shahada" -la profesión de fe islámica-, un símbolo islámico clásico empleado desde los primeros tiempos del islam, una leyenda utilizada en multitud de banderas y considerada uno de los cinco pilares de la religión mahometana, informó la agencia de noticias Europa Press.

Por las dudas, los líderes islámicos de Australia publicaron una declaración conjunta en la que condenan la toma de rehenes.

El gran muftí Ibrahim Abu Mohammed manifestó su solidaridad con las víctimas y sus familias.

"El gran muftí y el Consejo Nacional de Imanes de Australia, condenan este acto criminal de forma rotunda y reiteran que este tipo de acciones son censuradas parcial y totalmente por el Islam", señala la declaración.

Cuando todavía no estaba resuelto el incidente, fue evacuada la Embajada de Estados Unidos, situada en las inmediaciones, y la ópera de Sydney.

En septiembre, gracias a una de las mayores redadas antiterroristas de su historia, Australia logró desarticular varios atentados al estilo del Estado Islámico (EI).

Tras esos operativos, las autoridades quitaron sus pasaportes a algunas decenas de ciudadanos sospechosos para evitar que se sumaran a la milicia del EI en Siria o Irak.