26 de septiembre: Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares

  • Más de la mitad de la población mundial aún vive en países que o bien tienen este tipo de armas o son miembros de alianzas nucleares.
  • Desarme nuclear

Lograr el desarme nuclear a nivel mundial es uno de los objetivos más antiguos de las Naciones Unidas. De hecho, fue el tema de la primera resolución aprobada por la Asamblea General, en 1946, y ha formado parte de su agenda desde 1959, junto con el desarme general completo. También ha sido una cuestión destacada en las Conferencias encargadas del examen del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, celebradas por la ONU desde 1975.


En el primer periodo de sesiones extraordinario dedicado al desarme, que tuvo lugar en 1978, se le dio una particular prioridad al desarme nuclear. Además, este tema siempre ha contado con el apoyo de todos los secretarios generales de la ONU.

Sin embargo, hoy en día, todavía existen unas 14 000 armas nucleares. Los países poseedores de armamento nuclear cuentan con programas de modernización de sus arsenales a largo plazo con una dotación de fondos.

Más de la mitad de la población mundial aún vive en países que o bien tienen este tipo de armas o son miembros de alianzas nucleares. A 2018, aunque ha habido importantes reducciones de armas nucleares desplegadas desde el apogeo de la Guerra Fría, no se ha destruido físicamente ni una sola arma nuclear de conformidad con ningún tratado, bilateral o multilateral, y tampoco hay negociaciones en marcha sobre esta cuestión. Mientras tanto, la doctrina de la disuasión nuclear persiste como un elemento de las políticas de seguridad de todos los Estados que poseen este tipo de arma y sus aliados.

El marco internacional de control de armas que contribuyó a la seguridad internacional desde la Guerra Fría, que actuó como un freno para el uso de armas nucleares y el desarme nuclear avanzado, se ha visto sometido a una presión creciente. Más recientemente, el 2 de agosto de 2019, la retirada de los Estados Unidos significó el final del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, ya que Estados Unidos y la Federación de Rusia se habían comprometido previamente a eliminar una clase completa de misiles nucleares.

La frustración ha aumentado entre los Estados Miembros debido a la lentitud del desarme nuclear, especialmente con las crecientes preocupaciones en todo el mundo sobre las consecuencias humanitarias catastróficas de solo un arma nuclear, sin hablar de lo que supondría una guerra nuclear regional o global.

Los desafíos de seguridad que aún prevalecen no pueden ser una excusa para seguir confiando en las armas nucleares y olvidar nuestra responsabilidad de buscar una sociedad internacional más pacífica.

Estos hechos son el fundamento para que la Asamblea General designara el 26 de septiembre como el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares. Este día ofrece una ocasión para que la comunidad mundial reafirme su compromiso con el desarme nuclear a nivel mundial como una prioridad. También proporciona una oportunidad para educar al público y sus líderes acerca de los beneficios reales de la eliminación de este tipo de armas, y los costes sociales y económicos de la perpetuación de ellos.

La conmemoración de este Día es especialmente importante, teniendo en cuenta la universalidad de la Organización y su experiencia en tratar las cuestiones de desarme nuclear. Es el foro adecuado para abordar uno de los principales objetivos de la humanidad: alcanzar la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares.

Mensaje del Secretario General 2019

Las armas nucleares plantean una amenaza singular y potencialmente existencial para nuestro planeta. Cualquier uso de armas nucleares sería una catástrofe humanitaria. Se ha progresado mucho en la reducción de los peligros, pero hoy temo que ese progreso no solo se ha detenido, sino que se está invirtiendo.

Las relaciones entre los Estados poseedores de armas nucleares están plagadas de desconfianza. Se propaga una peligrosa retórica sobre la utilidad de las armas nucleares. Está en marcha una carrera cualitativa de armas nucleares. El régimen de control de armamentos, que tanto costó construir, se está desgastando. Las discrepancias acerca del ritmo y la escala del desarme son cada vez mayores. Me preocupa que estemos volviendo a caer en malos hábitos que volverán a exponer al mundo entero a la amenaza de aniquilación nuclear.

Al expirar el mes pasado el histórico Tratado sobre las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, el mundo perdió un inestimable freno para la guerra nuclear. Aliento encarecidamente a los Estados Unidos y a la Federación de Rusia a que amplíen el acuerdo denominado “Nuevo Start” para brindar estabilidad y tiempo para negociar futuras medidas de control de armamentos.

También reitero mi exhortación a todos los Estados Partes a que colaboren para que el Examen del Tratado Sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares en 2020 sea todo un éxito.

Ese Tratado sigue siendo la piedra angular del régimen de desarme y no proliferación nucleares. El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares representa las preocupaciones de muchos Estados por la creciente amenaza de las armas nucleares. Y el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares sigue siendo una medida que debería haberse adoptado hace mucho tiempo.

Una vez más, exhorto a todos los Estados a que cumplan plenamente sus compromisos. Exhorto también a los Estados poseedores de armas nucleares a que entablen el diálogo urgente necesario para prevenir el uso de armas nucleares y convengan en medidas prácticas a corto plazo para lograr el desarme nuclear.

Las armas nucleares presentan un peligro inaceptable para la humanidad. La única manera real de eliminar la amenaza de las armas nucleares es eliminar las armas nucleares.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en http://www.un.org/es/events/nuclearweaponelimination/