
La exprimera dama de México y famosísima actriz de telenovelas, Angélica Rivera, ha anunciado hoy oficialmente la decisión de divorciarse de su esposo, el político Enrique Peña Nieto.
El anuncio fue realizado hace escasamente una hora en la cuenta de Instagram de la popular actriz, que ha escrito lo siguiente: «Lamento profundamente esta situación tan dolorosa para mí y para nuestros hijos. Por tal motivo he tomado la decisión de divorciarme. A mi esposo siempre le entregué con amor mi tiempo y mi esfuerzo para cumplir como esposa, compañera y madre. Hoy toda mi energía, fuerza y amor está enfocada en seguir siendo una buena madre, en recuperar mi vida y mi carrera profesional. Agradezco el respeto para mantener la tranquilidad emocional que merecen nuestros hijos. Atentamente. Angélica Rivera».

Hace unos días, la revista Clase publicó una imagen de Peña Nieto con la modelo mexicana Tania Ruiz Eichelmann, paseando por las calles de Madrid, acompañados de más personas.
Tan solo unos meses antes, en septiembre de 2018, en su último informe de gobierno en Palacio Nacional, el todavía presidente Peña Nieto dio un cálido agradecimiento a Rivera, sentada en primera fila junto a algunos de sus hijos, visiblemente emocionados.
Días después, en el tradicional Grito de Independencia, también aparecieron los dos visiblemente unidos y contentos, siendo la última comparecencia juntos durante el mandato de Peña Nieto (2012-2018).
Se acabó el poder, se acabó el amor
No fueron pocas las voces que denunciaron que el matrimonio de Peña Nieto con la popular actriz de telenovelas fue un montaje para que el político priísta consiguiera que su imagen fuese conocida en todo el país.Desde un principio se dijo que se trataba de un matrimonio de conveniencia. Después de la trágica muerte de la esposa de Peña Nieto, se requería una actriz que hiciera el papel de su vida para convertirla en la primera dama del país. Dicen también que a alguien se le ocurrió que fuera Angélica Rivera, sin importar que ella ya hubiera estado casada con el hermano de Verónica Castro. La elección no fue buena y al poco tiempo se dieron cuenta.
La Gaviota no tuvo nunca la candidez ni el carisma que se requería para el papel de primera dama. El colmo fue cuando la señora de Peña Nieto salió a defender a su esposo por el tema de la Casa Blanca y se puso a regañar a los mexicanos asegurando que ella era lo suficientemente solvente como para comprarse una casa que no tenía ni Obama.
Ahora que se ha confirmado la separación y la petición de divorcio, parece confirmarse también que la Gaviota sólo era una actriz a la que le pagaron por hacer el papel de primera dama. Y, al parecer, no fue un papel demasiado bueno.

