
Una pequeña licencia poética se ha tomado la Gerencia de Desarrollo Comunitario y Servicios Municipales del Gobierno Municipal del Cusco, en Perú.
Ha sido con ocasión del anuncio del matrimonio civil comunitario 2018 que aquella antigua ciudad celebrará el próximo día sábado 9 de junio en el centro de convenciones cusqueño.
Como se puede observar en la fotografía, publicada hoy por el diario El Tribuno de Salta, la publicidad oficial del singular acontecimiento lleva la imagen del Gobernador de la Provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey y de su segunda esposa, la actriz Isabel Macedo.
Todo apunta a que se trata de un uso no consentido de la imagen de la pareja argentina, aunque más que un abuso, se trata de un halago, pues pocas dudas caben de que ha sido la fina estampa de caballero de los valles subandinos la que ha inclinado a las autoridades peruanas a insertar en su anuncio la fotografía del señor Urtubey y de su agraciada esposa.
De haber sido de otro modo esta es la hora que la madre de Meghan Markle habría sugerido la imagen de Urtubey y Macedo como reclamo publicitario para la boda de su hija con el príncipe Harry.
Aunque también se trata de un caso de publicidad engañosa, puesto que las parejas que masivamente acudan a matrimoniarse ante el Assennato cusqueño deberán satisfacer la módica cantidad de 55 soles (unos 17 dólares norteamericanos) como único estipendio, mientras que la boda de la pareja salteña -que como todo el mundo sabe cayó en día nublado- ha costado al erario unos cuantos solecitos más.
Es un poco triste que esas vestimentas y esos afeites que tanto costaron sean utilizados para publicitar bodas de 55 soles, pero esto es lo que tiene haberse convertido de golpe en un sex symbol subcontinental.
Ahora mismo, las autoridades municipales de Cusco, mientras buscan desesperadamente un teléfono para pedir disculpas por el patinazo publicitario, están planeando una «emisión masiva de DNI» a recién nacidos, de modo que aprovecharán la llamada para consultarle a la pareja gubernamental salteña si prestarían también la imagen de su pequeña hija, y la del siempre bien digitalizado y digitalizante señor Assennato, para publicitar este otro acontecimiento civil altoperuano, que promete ser todavía más low cost que el anterior.
Y si el próximo sábado 9 Urtubey y Macedo desaparecen de los radares salteños, ya sabemos donde están: En Cusco, celebrando con los lugareños una de esas bodas que haría las delicias del señor Arzobispo.