Józef Wesolowski, polaco, de 66 años, antiguo embajador de la Santa Sede en la República Dominicana y exarzobispo titular de la Diócesis de Sléibhte permanece arrestado en el Vaticano por orden del papa Francisco. Sobre Wesolowski, que fue ordenado sacerdote en 1972 por el entonces Arzobispo de Cracovia, Karol Józef Wojtyla, pesa una acusación de pederastia.
El sacerdote fue destituido el año pasado, debido a la sospecha de que habría abusado sexualmente de varios menores de edad en la República Dominicana a cambio de dinero. Primero fue condenado a colgar los hábitos, obligado a dejar el sacerdocio. Y ahora ha sido directamente recluido.
Wesolowski está siendo juzgado en el Vaticano por abusos sexuales a menores, un cargo por el que ya en junio pasado fue declarado culpable en primer grado en el juicio canónico por pedofilia que abrió contra él la Congregación para la Doctrina de la Fe. Pero este martes, ante la gravedad de los testimonios que pesan contra él y dentro del proceso penal que también siguen contra él los tribunales del Vaticano, el exnuncio en Santo Domingo ha sido detenido por orden del fiscal. En torno a las 17.00 horas de hoy un grupo de agentes de Gendarmería vaticana han procedido a su arresto.
"Ha sido arrestado por voluntad del Papa", aseguraba Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede. "La iniciativa llevada a cabo por los órganos judiciales del Estado es consecuente con la voluntad expresada por el papa, para que un caso así de grave y delicado sea afrontado sin retrasos, con el justo y necesario rigor, con la asunción plena de la responsabilidad por parte de las instituciones de la Santa Sede".
Semanas atrás, un tribunal del Vaticano lo declaró culpable, bajo la ley canónica, de abusar de jóvenes varones y lo regresó al estado laico, la sentencia más dura prevista por el derecho eclesiástico y la primera vez que un funcionario vaticano de tan alta jerarquía era castigado por abuso sexual. Si bien Wesolowski apeló la sentencia y la resolución de su apelación se espera para el próximo mes de octubre, el arresto de que ha sido objeto puede ser el preludio de una condena a prisión en el Vaticano, aunque también se especula con que la Santa Sede podría extraditarlo para que sea juzgado en la República Dominicana.