Pruebas científicas reavivan en Francia la investigación de un asesinato 33 años después

  • No ha sido la aparición de 'pruebas nuevas' sino el análisis nuevo de elementos de convicción ya existentes lo que permitió reavivar la investigación de uno de los crímenes más misteriosos y difíciles de resolver en toda Europa.
  • Los invesstigadores no descansan
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Que los investigadores franceses son perseverantes y obstinados ha quedado plenamente demostrado hoy, al conocerse la noticia de la detención de tres personas y el interrogatorio libre de otras dos relacionadas con el asesinato de un niño de cuatro años de edad -Grégory Villemin- cometido hace casi 33 años, en un pequeño pueblo de los Vosgos franceses.

Se trata de cinco personas del entorno familiar del niño, cuya desaparición había sido denunciada por su madre el 16 de octubre de 1984 y su su cuerpo hallado en las aguas heladas de un río, atado de pies y manos.

Según la prensa francesa, el affaire Grégory es uno de los casos criminales más misteriosos de las últimas décadas, uno de los más espectaculares naufragios judiciales y mediáticos y uno de los pocos casos aún pendientes de resolver del siglo XX.

Los 33 años pasados desde el suceso tienen ribetes novelescos, como la detención, puesta en libertad y posterior asesinato de Bernard Laroche, un primo hermano del padre del niño asesinado, que tras ser puesto en libertad fue ultimado con una escopeta de caza por el padre del menor.

Laroche había sido inculpado en base a una carta anónima amenazante cuya autoría se le atribuyó en un principio.

Reaperturas del caso por ADN

El caso fue reabierto dos veces, en 1999 y en 2008 para intentar analizar hipotéticos restos de ADN encontrados en el pantalón del pequeño, así como en los cordones que sujetaban sus manos y sus pies. En aquellas ocasiones se pudieron aislar algunas mezclas genéticas y efectuar comparaciones con los datos de 280 personas que figuraban en el expediente.

El 3 de diciembre de 2008, el tribunal de apelaciones de Dijon, requerido por los esposos Villemin, ordenó la reapertura de la investigación para una investigación del ADN. El anterior análisis, practicado en 2000-2001 no arrojó ningún resultado.

El 24 de abril de 2013, el fiscal ante el tribunal de Dijon, Jean-Marie Beney, anuncia que los resultados de los últimos análisis de ADN no son concluyentes y que el expediente no está cerrado nada más que desde el punto de vista científico. «La esperanza de encontrar al culpable, se aleja», dijo entonces el fiscal.

Pruebas grafológicas

La esperanza sin embargo se ha reavivado hoy miércoles, con la detención de los tres parientes del niño y la declaración de otros dos.

En un comunicado hecho público esta mañana, el parquet general de Dijon ha mencionado «dos pistas» para explicar las nuevas detenciones y declaraciones. La una concierne a los análisis de escritura de las pruebas anónimas.

Sobre esta primera pista, la información judicial señala que una comparación de la escritura, llevada a cabo con los más recientes avances de la disciplina, se ha efectuado sobre «ciertos documentos» y arrojado como resultado un «interés más definido».

Sobre la otra pista -que no se menciona en el comunicado- se dice, sin embargo, que versa sobre elementos que ya habían merecido con anterioridad la atención de los investigadores y de los magistrados en el pasado, pero que no pudieron en su momento ser «verdaderamente explotadas».

Los expertos no descartan que se trate de la prueba de ADN.