
Al menos 150 soldados y oficiales han muerto y decenas han resultado heridos en un ataque talibán perpetrado contra la base del ejército de la provincia afgana de Balkh, según han informado fuentes militares.
Es el primer balance oficial de fuente afgana desde el ataque contra la base cometido el viernes por la noche por una decena de hombres armados.
El ataque, que se prolongó durante seis horas, comenzó poco después del mediodía del viernes, cuando los soldados salían de la mezquita tras las oraciones, en un cuartel situado en el distrito de Dehdadi, en la provincia septentrional de Balkh.
Un portavoz de las fuerzas especiales del Ejército afgano encargadas de neutralizar a los atacantes, Javid Salim, confirmó que los talibanes aprovecharon el momento de las oraciones para iniciar su ofensiva y remarcó que la situación está "bajo control", con todos los talibanes muertos.
"Ahora hay una investigación abierta para determinar cómo los atacantes consiguieron entrar en la base", concluyó Salim.
Un portavoz del Ejército, Abdul Qahar Aram, había detallado con anterioridad que los insurgentes iban vestidos con uniformes militares y lograron infiltrarse dentro del cuartel en varios vehículos del Ejército.
Los insurgentes "fueron descubiertos en la entrada en el segundo puesto de control, donde el primero de los atacantes se inmoló", mientras que el resto iniciaron el intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad, relató Aram.
El jefe de las tropas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, el general John Nicholson, condenó en un comunicado "la naturaleza bárbara" de los talibanes, al aprovechar éstos el momento en el que los soldados se encontraban "en una mezquita y un comedor" para cometer el ataque.
"Nuestros pensamientos están con los valientes soldados muertos hoy y con sus camaradas, familiares y amigos", concluyó Nicholson, que reiteró el apoyo de la OTAN a las tropas afganas en su lucha contra "el terrorismo".
Los talibanes reivindicaron el ataque en un comunicado remitido por su portavoz, Zabihullah Mujahid, quien aseguró que mataron a "más de un centenar de soldados".
La provincia de Balkh es una de las más seguras en Afganistán.
La violencia se ha incrementado en el país desde el final de la misión de combate de la OTAN en Afganistán el 1 de enero de 2015 en medio de un avance de los insurgentes, que han reducido el territorio en manos del Gobierno a apenas un 57 % del total, según datos de Estados Unidos.
Fuente: Agencias