
Desde entonces, la situación internacional se ha degradado y ha acercado a los dos Franciscos. Especialmente, por el terrorismo, que ha sacudido a Francia de una manera brutal; por la persecución de los cristianos en Oriente Próximo y por la cuestión de los emigrantes.
La emergencia de estos tres temas ha permitido dejar en un segundo plano la espinosa cuestión del «mariage pour tous» (el matrimonio para todos) y el incidente diplomático, felizmente ya superado, del veto vaticano al embajador designado por Francia ante la Santa Sede.
Durante el encuentro de hoy, François (le pape) y François (le chef de l'Etat) han tratado especialmente del asesinato del padre Hamel, asesinado por el Daech en Saint-Etienne-du-Rouvray.
La entrevista privada entre Bergoglio y Hollande no ha pasado desapercibida para los vaticanistas, que aseguran que un encuentro en la cumbre de este tipo no registra sino un solo precedente histórico.
El experto en historia de las religiones, Odon Vallet, se ha referido por Europe 1 al contexto de este encuentro y recordado el anterior cara a cara entre los dos líderes.
«El clima era un poco tenso», rememora el historiador. «Era el momento del famoso matrimonio para todos, que no gustaba demasiado a la iglesia católica. A eso había que sumarle el problema suscitado con el embajador de Francia en el Vaticano. Todo eso se ha terminado. Hay un nuevo embajador y la cuestión del matrimonio para todos ya es antigua. Por el contrario, lo que es nuevo son las precupaciones del Vaticano en relación con los cristianos de Oriente Próximo y la idea del Papa de que Francia debe jugar un papel muy importante en la acogida de emigrantes. El terrorismo y el asesinato del padre Hamel deberán ser igualmente abordados en el encuentro», ha precisado el señor Vallet.
Tres semanas después del atentado de Saint-Etienne-du-Rouvray las relaciones entre el presidente francés y el jefe de la iglesia católica han evolucionado. «Se han telefoneado y se han unido en torno al homenaje al fallecido», aclara el historiador.
«Ha habido un impacto mediático enorme. Hablamos del padre Hamel como de un futuro martir de la fe. Esto es lo que ha aproximado al presidente Hollande, que se considera laico, y el papa Francisco», ha dicho Vallet. Para el historiador, el encuentro de esta tarde permite pensar que el Papa desea conocer mejor Francia y que la amenaza común del terrorismo acerca a quienes creen en el cielo y a quienes no creen en él.
Vallet no cree, sin embargo, que este acercamiento vaya a reportar a Hollande réditos concretos frente al electorado católico, de cara a las elecciones presidenciales de 2017. «Los católicos franceses votan a la derecha, y cada vez más, a la extrema derecha, dice el historiador.»
En cuanto al papa Francisco, Vallet cree que el Pontífice está más a la izquierda que los ministros del gobierno y que el propio François Hollande. Esta «dimensión social» del pontífice argentino no parece desagradar especialmente al presidente francés, quien afirma sentirse bien con el Papa «más social» de la historia y piensa que acercarse a él no es malo para su imagen.
Este intercambio de gentilezas convierte a la entrevista de esta tarde en un momento muy político, piensa el historiador, que ve con buenos ojos que el Santo Padre quiera estar en buenos términos con Francia, a la que alguna vez se ha llamado «la hija mayor de la Iglesia».
«Se siente bien» -dice Vallet- «porque ya no podemos darnos el lujo de divisiones, pues el contexto internacional requiere de una unión sagrada».
Fuente: Europe 1