
"Este es un momento crítico para el futuro de Irak", dijo Kerry en conferencia de prensa en Bagdad, luego de reunirse en privado con el primer ministro iraquí, el chiita Nuri Al Maliki, para evaluar la ofensiva del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), un grupo insurgente sunnita que capturó varias ciudades iraquíes.
"Es un momento de decisión para los líderes de Irak, un momento de gran urgencia", agregó Kerry, en un mensaje a los dirigentes de las comunidades chiita, sunnita y kurda de Irak, cuya profunda y antigua división, sumada al avance del EIIL, generó temores en Washington de que que el país caiga en una guerra civil.
A miles de kilómetros de distancia, en Luxemburgo, los cancilleres de la Unión Europea (UE) sumaron su voz al pedido de Estados Unidos y reclamaron a Irak "unidad política" y "un gobierno inclusivo", en otro reflejo de las preocupaciones internacionales por el progreso del EIIL en el país árabe y en la región.
EL EIIL inició este mes una ofensiva relámpago en Irak que le permitió capturar las principales ciudades del valle del Tigris al norte de Bagdad, y ahora pretende marchar sobre la capital.
La situación se complica por la parálisis política en la que está Irak debido a la falta de un gobierno desde las elecciones del 30 de abril pasado.
El bloque chiita de Al Maliki fue el más votado pero no logró la mayoría absoluta, y las negociaciones para formar un gobierno de coalición chocaron hasta ahora con las diferencias entre su sector por un lado, y las minorías sunnita y kurda, por otro.
El jefe de la diplomacia norteamericana no dio detalles de su encuentro con Al Maliki, aunque dijo que todos los políticos con los que habló, incluyendo al premier, se comprometieron a respetar el plazo del 1 de julio para formar gobierno.
"Los líderes iraquíes deben moverse rápido y formar un gobierno para tener el respaldo" mundial antes de que sea demasiado tarde para detener al EIIL, señaló Kerry, que calificó al grupo de "un peligro para Irak, sus vecinos, Occidente y Estados Unidos".
"El mismísimo futuro de Irak depende de las decisiones que se tomarán en los próximos días y semanas, y el futuro de Irak depende principalmente de la habilidad de los líderes de Irak de unirse y adoptar una postura unida frente al EIIL", agregó el jefe de la diplomacia estadounidense, citado por la cadena CNN.
"No la semana que viene, no el mes que viene, ahora", insistió.
En relación con el apoyo estadounidense a Irak, Kerry subrayó que este será "fuerte y sostenido", y que se basará en la cooperación en materia de inteligencia, formación en entrenamientos militares conjuntos, dotación de armas y equipos de combate para el Ejército y envío de asesores militares para ayudar a las fuerzas iraquíes.
Según Kerry, el EIIL pudo avanzar en territorio iraquí porque el Ejército "se retiró y dejó libertad de movimientos" a esa organización, por lo que tanto el gobierno iraquí como el presidente estadounidense, Barack Obama, quieren ahora evaluar a las tropas para saber lo que hacer en el futuro.
Kerry llegó a Bagdad procedente de Egipto un día después de que el EIIL tomara control de dos puestos fronterizos, uno con Siria y otro con Jordania, logrando así expandir el territorio bajo su dominio y dando continuidad hacia Irak a las zonas que controla en el este de Siria.
La semana pasada, Obama, que en 2011 retiró a las tropas estadounidenses que habían invadido Irak ocho años antes, anunció el envío de hasta 300 asesores militares estadounidenses al país árabe para asesorar al Ejercito iraquí ante el avance del EIIL.
Hoy, el Pentágono anunció que alcanzó un acuerdo con Bagdad para dar protección legal a los asesores militares que trabajarán en el país árabe, tres años después del fracaso de una negociación similar que buscaba dejar un número mayor de soldados en Irak.
"Irak nos ha provisto de garantías aceptables en el asunto de la protección de este personal (militar) con el intercambio de notas diplomáticas", explicó el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, en un comunicado.
Hoy, los yihadistas tomaron la sede del gobierno de la ciudad de Al Alam, provincia de Salahedin, luego de tres días de combates con fuerzas iraquíes, informó la policía local.
Mientras tanto, en Hillah murieron 77 personas en enfrentamientos entre miembros de la policía y milicianos que atacaron un convoy que trasportaba a presos desde la prisión de Al Aqrab a la de Al Qassim.
Los combates, a 100 kilómetros al sur de Bagdad, dejaron 68 presos y ocho milicianos muertos, así como un policía fallecido y siete heridos. Una fuente policial dijo que la mayoría de presos eran miembros de Al Qaeda y del EIIL con cargos de terrorismo y condenados a muerte.