
El Santo Padre «invoca a Dios, Padre de misericordia, que él da la bienvenida a las víctimas en la paz de su luz y trae consuelo y esperanza a los heridos y sus familias. Es responsable, así como todos los que participaron en el rescate de su cercanía espiritual», agrega la misiva divulgada esta mañana por la Santa Sede.
«Una vez más, el Santo Padre condena enérgicamente la violencia, que no puede resolver nada, y le pide a Dios para inspirar a todos los pensamientos de la paz y de la solidaridad o de comunicar a las familias en la prueba y sobre todo los franceses, la abundancia de sus bendiciones», finaliza la carta del número dos del Vaticano.