Las luces de Billy Joel iluminaron al Papa Francisco en el Madison Square Garden

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Billy Joel tenía todas las entradas vendidas para su concierto del viernes 25 en el Madison Square Garden de Nueva York. Pero las cosas cambiaron cuando sus productores recibieron a última hora una llamada de la Arquidiócesis neoyorquina: «¿Podrían reprogramar el concierto? Es que el Papa tiene previsto oficiar misa allí ese día».

La respuesta no era fácil. Se trataba de un pedido efectuado nada menos que en nombre de aquel líder que el mismo día dirigiría su mensaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas y que el día anterior había pronunciado un histórico discurso en los estrados del Congreso.

Dicen los entendidos que reprogramar un concierto en el Garden es una auténtica rareza, algo que ha ocurrido solo un puñado de veces en una década. Sin embargo, la ocasión y las circunstancias eran verdaderamente excepcionales.

El Vaticano tenía confirmado oficialmente el itinerario del Papa en Nueva York, excepto en lo que se refiere a su discurso en las Naciones Unidas, ha reconocido Joseph Zwilling, portavoz de la Arquidiócesis de Nueva York. No obstante, los representantes de la Iglesia dijeron también que entre las actividades propuestas para el Papa en la ciudad de los rascacielos se contaba «una misa pública en un recinto cerrado de Manhattan».

El pedido de la Iglesia sorprendió, entre otros, a Steve Cohen, el diseñador de producción y director creativo que acompaña a Billy Joel desde hace nada menos que 41 años. Cohen reconoció que la agenda del MSG es muy apretada y que el mítico estadio ofrece una complicaciones especiales a la hora de diseñar y montar espectáculos, así que hablaron de la posibilidad de desplegar la producción de Billy Joel con antelación y dejarla instalada en el estadio para la misa del Papa.

Para Cohen, el aplazamiento del concierto no fue un contratiempo sino más bien una oportunidad. Así fue que se decidieron a ofrecer gratuitamente, con la bendición expresa de Billy Joel, la iluminación del concierto de rock para la misa del Papa el viernes por la noche. Los organizadores de la misa preguntaron si había una manera apropiada de utilizar el equipo de Joel de una forma que resulte aceptable para un entorno de misa papal y Billy Joel, por su parte, dijo inmediatamente que sí.

Cohen subrayó la generosidad de Billy Joel al decir: «Todo mi pueblo estará en la ciudad, y si quieren hacerlo, me encantaría que lo hagan».

Al final, el Papa celebró la gran misa, en el lugar y el horario en que debió tener lugar uno de los conciertos de rock más impactantes de la actualidad. Las luces de Billy Joel crearon ese ambiente tranquilo, sobrio y elegante para los católicos de la ciudad que se vio en todas las pantallas de televisión. Steve Cohen se mostró feliz por alojar al Papa en uno de los lugares emblemáticos de Nueva York y en lo que considera uno de los mejores escenarios del mundo.

Billy Joel, hijo de padres judíos no practicantes, que se considera ateo, solía acudir con sus amigos a misa cuando era niño y vivía en Levvitown. En 1976 publicó su álbum The Stranger, considerado su magnum opus, que solo en los Estados Unidos vendió más de 10 millones de copias. Este album incluyó la canción Only The Good Die Young, que en su día provocó algunos roces con grupos religiosos.