La huelga convocada para mañana obliga a reprogramar la salida del Tren a las Nubes

  • El gobierno de Urtubey decide cerrar el tren por un día, sin permitir a sus trabajadores ejercer su derecho a trabajar, si así lo desean. Se asegura con ello el acatamiento total de la huelga en los servicios ferroviarios locales, sin que los sindicatos hayan movido un dedo para que la huelga tenga éxito.
  • Contra la libertad sindical y el derecho de huelga

En una nueva demostración de su profunda ignorancia acerca del contenido del derecho a la libertad sindical y del derecho de huelga, el gobierno provincial, a través de su aparato de comunicación oficial, ha avisado que el Tren a las Nubes, un servicio turístico que también sirve de transporte normal, no saldrá el martes 25, como estaba previsto, sino que lo hará pasado mañana, día miércoles 26 de septiembre.


La razón esgrimida por el gobierno para este cambio es la huelga convocada a nivel nacional para mañana, a la cual -dice- han adherido los sindicatos UTA, La Fraternidad y Unión Ferroviaria.

Lo llamativo de este anuncio es que desprecia a los trabajadores ferroviarios que en uso de su libertad pudieran decidir no hacer huelga y trabajar normalmente, con independencia de su afiliación o no a alguno de los sindicatos antes mencionados.

La decisión de suprimir la salida del día martes supone además una ilegítima interferencia del gobierno en la huelga, pues de este modo se asegura que un servicio público deje de prestarse (y que la huelga, por tanto, tenga éxito), sin haberse tomado la molestia de tener en cuenta la opinión de los trabajadores individuales, que -por razones legales- solo se puede manifestar el mismo día de la convocatoria.

No hay en Salta, como tampoco en otras partes del país, definición administrativa de los servicios mínimos. Esta carencia, con independencia de la actitud sindical sobre los mismos, es una clara omisión de protección por parte del gobierno hacia la comunidad de usuarios. Porque hubiera sido más fácil y más legal avisar a los tenedores de billetes que, por razón de la huelga es probable que el tren no salga en la fecha programada e invitarlos a cambiar la fecha de su viaje, que suprimirles el servicio.

Pero como al gobierno le importa más el negocio que los derechos laborales y sindicales de los trabajadores de sus empresas y la protección de los consumidores y usuarios de sus servicios, el mensaje lanzado por el señor Carmelo Russo, presidente de la sociedad del Estado que explota el tren turístico es: «Los pasajeros que lo deseen podrán realizar su viaje el día miércoles 26 o bien cambiar para cualquier día que deseen hasta el 30 de diciembre del 2018 sin ningún tipo de cargo». También ha dicho Russo que el gobierno devolverá la totalidad del precio pagado, en caso de desistimiento por parte de cualquier pasajero.

Lo que estaría bueno es que, además de suprimir un tren por una huelga sin darle oportunidad a los trabajadores de que acudan a sus puestos de trabajo, el gobierno les cobre una tarifa suplementaria a los que se ven obligados, por esta decisión antiobrera, a cambiar la fecha de su viaje.