Un nuevo percance del Tren a las Nubes en Salta pone en duda su viabilidad

El Tren a las Nubes, la principal atracción turística internacional de Salta, sufrió el pasado miércoles otro percance técnico, el segundo en menos de dos meses.

El incidente ocurrió cerca de la estación de Muñano, entre San Antonio de los Cobres y Salta, cuando la formación, con 172 pasajeros a bordo, no pudo proseguir su marcha a causa del «descalzamiento» de uno de los vagones.

Si bien el suceso no ha revestido gravedad y portavoces de la empresa afirman haber resuelto la avería «en poco tiempo», lo ocurrido se suma a la cadena de contratiempos que desde hace tiempo afectan de modo singular a este servicio de transporte y sirve para poner de relieve, una vez más, la alarmante precariedad de las infraestructuras ferroviarias sobre nuestro territorio.

El incidente del pasado miércoles es el segundo de las mismas características que se produce después de que el gobierno provincial, en agosto del año pasado, asumiera de forma directa la gestión del servicio de transporte turístico que durante décadas estuvo concesionado a operadores privados.

La explicación oficial del nuevo percance fue esta vez el viento zonda, cuya fuerza provocó el desprendimiento de unas rocas de la ladera de la montaña que cayeron sobre las vías. Los responsables de la empresa estatal no han informado por qué motivo la formación partió de Salta con un pronóstico de vientos fuertes en todo el trayecto. Es sabido que el Tren a las Nubes no presta servicio en verano, entre otros motivos, por el riesgo de deslizamientos de tierra a causa de las intensas lluvias de la temporada estival. No se entiende que las condiciones atmosféricas influyan en la operación ferroviaria en verano, cuando llueve, y no en invierno, cuando soplan vientos huracanados con gran frecuencia.

La situación coincide con la creciente preocupación de las autoridades municipales acerca del trazado ferroviario en la ciudad de Salta, a raíz de las dificultades de circulación y peligros que supone la existencia de cruces a nivel deficientemente señalizados.

Todo indica que el Tren a las Nubes deberá revisar una vez más sus protocolos y replantearse seriamente su estrategia operativa, habida cuenta de las continuas señales de obsolescencia del material rodante y de debilidad de las instalaciones ferroviarias.