
Poco después de que, con motivo de la celebración del Día Internacional del Trabajo, arreciaran las críticas contra el gobierno de Urtubey por la ineficacia de su aparato de inspección laboral, la comunicación oficial ha dado a conocer los resultados de un «operativo» llevado a cabo por la degradada oficina provincial de trabajo, en «locales bailables» de la ciudad de Salta.
Los procedimientos fueron realizados, en persona, por el temible inspector Diego Leyria, cuyos sabuesos dieron con 55 trabajadores que «en primera instancia» carecían del correspondiente en la seguridad social y los registros laborales.
La cifra es llamativa, ya que, según la información oficial las personas controladas fueron 75.
Dice la información oficial que, ante la irregularidad, los inspectores procedieron a levantar las correspondientes actas de inspección y de infracción, intimando a los propietarios de los bailongos a que en el improrrogable plazo de cinco días hábiles administrativos procedan a exhibir la documentación correspondiente. No obstante lo cual, el inspector en jefe «instó» a los patrones a dar de alta a los trabajadores que no la poseían.
Las discotecas inspeccionadas han sido Mao Mao, Montana, Insomnio y Metrópolis.
Un poco para salir al paso de las críticas del 1º de Mayo, el gobierno ha dicho en su comunicación oficial que estas inspecciones «se realizan con la finalidad de combatir el empleo no registrado, verificar el cumplimiento de las condiciones laborales para garantizar el respeto de los derechos fundamentales del trabajo y la debida protección social y alcanzar una mayor eficiencia en la detección y corrección de los incumplimientos de la normativa y la seguridad social».
Es decir, una larga lista de objetivos de los cuales el gobierno, ni con estos operativos ni con otros más agresivos, no consigue el más mínimo resultado.