
El gobierno provincial de Salta se hará cargo de pagar el sueldo de los trabajadores de la planta de Agua Palau en Rosario de la Frontera, hasta tanto la empresa que resulte beneficiada con la concesión se haga cargo efectivamente de la explotación. En tal sentido, dos ministros del gobierno provincial han suscrito con los trabajadores concernidos un acta que incluye un compromiso de mantenimiento de los puestos de trabajo.
El documento firmado por los ministros aclara que entre las condiciones de la futura concesión figuran el que la nueva empresa «respetará los puestos de todos los empleados de la planta», aunque no se ha informado por cuánto tiempo.
Según la comunicación oficial del gobierno, los trabajadores se encuentran realizando tareas de mantenimiento periódico que las máquinas necesitan para no estropearse. Afirmación de la que se infiere que la planta no se encuentra en producción en estos momentos y que el gobierno pagará los salarios con dinero público a cambio de trabajos de mantenimiento y no de botellas de agua.
Otro compromiso -este un poco extraño- es que una vez concluida la licitación, el nuevo concesionario deberá asumir la obligación de contratar a los empleados bajo la modalidad prevista en el convenio colectivo que corresponda. Extraña estipulación, toda vez que la futura empresa concesionaria, cuyo nombre aún es desconocido, no ha sido parte de esta negociación. De modo que, a menos que el contrato de concesión figure una cláusula de este tipo, el compromiso supone una estipulación por terceros que podría no llegar a tener ningún cumplimiento efectivo.