
A diferencia de lo que sucede con los chorizos de sebo y la carne en mal estado en general, productos que se suele sacar de la circulación mediante su aniquilación por «procedimientos químicos», las cañas de pescar supernumerarias que el gobierno provincial le ha incautado a pescadores sin permiso van a ser reducidas por «procedimientos jurídicos» no menos agresivos.
Si bien no ha informado el gobierno qué cantidad de cañas posee y en qué estado se encuentran, sí que ha anunciado que pasado mañana día viernes 8 de junio va a proceder a subastar las cañas de pescar, con las que no sabe qué hacer ya.
Nada ha dicho que el lote del remate esté integrado también por las uncas secuestradas a los pescadores en los mismos procedimientos de control. Los animalitos, o bien van a ir a parar a la estación de fauna autóctona, para su posterior devolución a su hábitat, o bien al compost lombrífero de algún afortunado funcionario.
La subasta se va a realizar en la playa de estacionamiento de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del gobierno provincial, sita en la calle Luis Patrón Costas, entre Santiago del Estero y Güemes, a las 10 de la mañana.
El gobierno ha informado que el remate por lote es sin base y a la cantidad por la que se baje el martillo se le deberá sumar el 10 por cien para pagar los honorarios del subastador (que son sagrados) y el 2,3% a Rentas, cantidad que seguramente contribuirá a disminuir en 20 puntos el déficit fiscal.
Para pujar y adquirir las cañas es obligatorio contar con carnet de pesca vigente. De pesca de pescados, no de gangas judiciales.