
Datos
Suecia es el mayor consumidor de alimentos orgánicos de la Unión Europea, donde el 40% de la población compra habitualmente algún producto orgánico. En el país nórdico se recicla hasta el 88% de las latas y botellas de plástico; ocupa la primera posición mundial en reciclaje de residuos electrónicos, y los residuos orgánicos (biomasa) son reciclados en una tasa del 99% además de genera energía eléctrica con ellos.Varias universidades (Politécnica de Chalmers y la Real Universidad Politécnica, KTH) centran sus actividades en las ciencias medioambientales y el desarrollo sostenible atrayendo hasta sus campus, a especialistas de todo el mundo en estas aéreas y a estudiantes interesados en desarrollarse en este campo.
Van por el cambio
Actualmente, el 87% de la energía mundial consumida procede de combustibles fósiles, según cifras del Banco Mundial, con China y Estados Unidos a la cabeza. Frente a este triste panorama, el país escandinavo consume actualmente dos tercios de su energía generada por un mix energético compuesto por energía hidroeléctrica, renovable y nuclear.La Suecia no petrolera quiere serlo sin depender tampoco de las nucleares y las está cerrando, pero no prevé reconstruirlas sino reemplazarlas con fuentes de energía renovables.
Presentará el plan en la COP 21
Su ejemplaridad buscará el efecto contagio en el resto del mundo. Si no con planes tan ambiciosos, sí al menos como elemento inspirador que anime a aplicar políticas ambientales más eco-amigables.La exposición del plan será uno de los platos fuertes de la próxima cumbre mundial que se celebrará en París entre el 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015, con el objetivo de alcanzar un acuerdo climático global vinculante que sustituya al Protocolo de Kioto.
Suecia lleva lustros aplicando decididas políticas ambientales, “Si no hacemos nada, o si esperamos demasiado tiempo, la transición podría resultar brutal y costosa”, dijo Mona Sahlin, ex Ministro de Desarrollo Sostenible de Suecia y agregó “El objetivo solo es posible con un enfoque global”.
El primer Ministro de Suecia, Stefan Löfven, afirmó: “Los niños deben crecer en un medio ambiente libre de toxinas; el principio de precaución y la eliminación de sustancias peligrosas son la base de nuestra política”.