El juez Oyarbide investiga la adulteración de medicamentos oncológicos

El juez federal Norberto Oyarbide alertó hoy sobre la peligrosidad de una maniobra delictiva con la adulteración y venta de medicamentos oncológico o el suministro de otros, como la crotoxina, que carece de aval científico para tratamientos contra el cáncer.
El magistrado convocó esta tarde a la prensa para "poner en conocimiento de la población" la actividad desplegada desde una farmacia, "Nueva Kumi", que, luego de haber sido clausurada, siguió funcionado en el fondo de un maxikiosco, en Corrales 3.185, de esta Capital. 

Como resultado de la investigación realizada junto a personal de la División Investigación Técnica del Delito de la Policía Federal a cargo del comisario Néstor Roncaglia, se realizaron varios allanamientos y hubo siete detenidos, que ayer se negaron a declarar ante el magistrado. 

El ilícito que se investiga es el de adulteración de medicamentos, agravado por poner en riesgo la salud de los pacientes.  En una de las habitaciones del juzgado se encuentra parte de la mercadería secuestrada: decenas de miles de pastillas y cápsulas para rellenar, elementos para fabricar blisters, y remedios de todo tipo, inclusive algunas sustancias cuya comercialización está prohibida por las leyes vigentes. 

Una de las sustancias incautadas se produce con veneno de dos serpientes, la "Naja Kaouthian" (o Albina) y la "Crotalus", conocida como "Vibora de Cascabel". 

La causa se inició por una inspección de rutina realizada por el Ministerio de Salud de la Nación, que concluyó con el cierre de la farmacia. 

Luego el local fue transformado en maxiquiosco pero siguió vendiendo los medicamentos en forma clandestina. 

"La peligrosidad de las sustancias medicinales descubiertas -destacó Oyarbide- se vio confirmada con el informe técnico de la Administración Nacional de Medicamentos".  El informe consignó que si bien se le ha atribuido a la crotoxina propiedades antitumorales para el tratamiento del cáncer, "no hay referencias científicas" que avalen esa actividad a través de la realización de ensayos clínicos controlados en seres humanos. 

"La condiciones de elaboración de este tipo de productos son muy específicas y requieren particulares precauciones, por lo que la producción en establecimientos inadecuados, como en el presente caso, agrega un importante factor de riesgo", dijo Oyarbide. 

Para la venta de esa mercadería se habrían falsificados recetas médicas y una veintena de sellos de profesionales matriculados, elementos también secuestrados durante los procedimientos realizados en los últimos días. 

El magistrado pidió que "todas aquellas personas a quienes se les podría haber suministrado el medicamento" concurran a su juzgado, en el piso tercero de Comodoro Py 2.002, de esta ciudad. 

Entre los detenidos hay una abogado, y un un matrimonio, su hija y yerno, dueños de una farmacia en Donato Alvarez al 500, también de esta capital, que bajo falsas recetas expendía medicamentos ansiolíticos luego comercializados como oncológicos. (Télam)