
Con un 57 por cien de votos escrutados, el resultado parece definitivo y confirmaría el ascenso de los grandes partidos nacionales -ambos aumentan su cantidad de votos y escaños- así como la consolidación de la coalición catalana Convergencia i Unió como tercera fuerza nacional, con diez escaños en el Congreso de los Diputados.
Izquierda Unida, la coalición liderada por el asturiano Gaspar Llamazares cae hasta los dos escaños y no tendrá una participación decisiva en la conformación de las mayorías para gobernar. Lo mismo sucede con el partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya, que hace cuatro años obtuvo muy buenos resultados en las generales.
Mientras continúa el recuento, se espera la comparecencia del candidato triunfador ante el público congregado en la calle Ferraz, en donde tiene su sede el PSOE.
Se espera también que en algún momento de la noche comparezca Mariano Rajoy, si bien ambas apariciones, como es habitual, tendrán lugar cuando los resultados sean ya irreversibles.
Los resultados pueden considerarse muy buenos para los socialistas, cuyo triunfo hace cuatro años fue deslegitimado por la derecha a causa del supuesto efecto de los atentados islamistas del 11-M. De mantenerse estos resultados, estaría en entredicho el liderazgo de Rajoy, que suma con ésta su segunda derrota a manos de Zapatero. Un eventual alejamiento de Rajoy de la dirección del PP abriría las puertas, por primera vez, a una mujer: Esperanza Aguirre, actual presidenta de la Comunidad de Madrid, la más poderosa de España.