
Pero lo cierto es que, hasta hoy, la página Web de nuestro Boletín Oficial es sencillamente pésima y nadie lamentaría nada si se la quitara del cyber espacio.
No contiene ninguna información relevante y se limita a mantener contenidos obvios, tales como la nómina de autoridades. Hay que reconocer, no obstante, que el Director no cayó en la tentación de poner su foto ni la de sus superiores jerárquicos.
Si usted, querido lector, se entusiasma por la existencia de una Sección Gratis, pronto de desilusionará: La referencia conduce a la nada.
Cuando el actual Gobierno habla (mucho, bien y afortunadamente) de transparencia, del derecho de acceso a la información pública, de nuevas tecnologías y de gobierno electrónico, logra un discurso que lo diferencia del Régimen anterior.
Sin embargo, los hechos desmienten las buenas intenciones y las bellas palabras.
Hoy por hoy, el Boletín Oficial ha retrocedido respecto de los servicios por Internet que prestaba cuando era dirigido por una persona estrechamente vinculada al entorno del Gran Poder.
Si sus actuales directivos están trabajando en un proyecto para democratizar y universalizar el acceso al Boletín Oficial, deberían anunciarlo en su página actual.