
Es decir que el jefe de la oposición no es un paria arrinconado por la mayoría que gobierna, sino un político que juega un importante rol en el sistema; que "existe", en definitiva.
Por eso me ha llamado la atención la fotografía del cada vez más amplio "frente" de autoridades en la segunda cabecera de la Procesión del Milagro (la primera la ocupa, como no podría ser de otro modo, nuestro Arzobispo).
Esta fotografía muestra una fila compacta, no sólo física sino también políticamente. Todos o prácticamente todos los que allí aparecen fotografiados son incondicionales más bien acérrimos del gobernador. No hay -salvo error o íntima reserva mental- opositores suyos.
Es conocida -y no precisamente por su acierto democrático- la frase "¿y qué culpa tengo yo si no hay oposición en Salta?", atribuida a don Juan Carlos Romero. Algo de cierto debe de haber, por cuanto en este caso particular la oposición, de cualquier signo que sea, ha sido literalmente borrada de la segunda fila más importante de la Procesión.
Absurdo será argumentar que muchos opositores, incluso los más prominentes, no son "autoridades" en sentido estricto porque no ejercen cargos en el gobierno. La idea de autoridad conectada con la de un sillón o un sello forma parte de un concepto más amplio del ejercicio del poder como mera actividad burocrática.
Cualquier líder opositor salteño, se apellide Espeche, Del Plá, Velarde, Urtubey o Pagano, sólo por citar algunos nombres, merece marchar en procesión junto al gobernador y el resto de "la perrada", como antiguamente se conocía a la "plana mayor" que acompañaba al gobernador en los actos oficiales. Su ausencia del primer plano no sólo degrada la calidad de nuestra democracia sino que -me atrevería a decir- hasta desagrada al Señor del Milagro.
En la imagen que ilustra estas líneas se puede ver, en el plano superior, a la monolítica fila salteña, y en plano inferior, sobreimpresa la imagen de la cabecera de las manifestaciones populares que siguieron a los atentados del 11-M en Madrid. En esta última imagen aparecen, codo a codo, de izquierda a derecha: Ángel Acebes, secretario general del Partido Popular y entonces ministro del Interior, José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del Partido Socialista Obrero Español y actual presidente del Gobierno español, José María Aznar, ex presidente del gobierno y presidente honorario del PP, el Príncipe de Asturias don Felipe de Borbón, sus hermanas las Duquesas de Lugo y Palma, el actual presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno Mariano Rajoy, el primer ministro italiano Romano Prodi, el alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón y el líder de Izquierda Unida, Pascual Llamazares.
Todas las comparaciones son odiosas. Espero que ésta no lo sea menos.