Agresión xenófoba

El mundo, señaladamente el mundo hispano hablante, ha visto con estupor la cobarde agresión de la que fue víctima una emigrante ecuatoriana en el subterráneo de Barcelona. Agresión a una menor ecuatoriana en el Metro de BarcelonaIndigna comprobar que en un país civilizado, como es España, puedan cometerse este tipo de atropellos dictados por sentimientos bajos y bárbaros.

Si bien hay que felicitar a la policía que fue capaz de identificar y detener al autor, asombra que el sistema judicial español permita que el bárbaro, que al parecer tenía antecedentes penales, salga rápidamente en libertad campando por sus respetos y esgrimiendo la inútil excusa de su borrachera.

Estamos frente a una manifestación extrema de odio racial.

Sin embargo, hay que advertir también contra ciertos actos de menor intensidad que revelan un poso de xenofobia en capas -bien que minoritarias- de la sociedad española. Por caso, la soberbia y, en ocasiones, el desprecio con que estos individuos miran a los sudamericanos y a otros pueblos que arriban a España por diferentes motivos.

Extraño en un país que ha visto cómo millones de sus nacionales encontraron (y encuentran) libertad, paz y respeto en Sudamérica.

Iruya.com, como emprendimiento global y desde su vocación democrática y cosmopolita, repudia el atentado y espera justicia.