
Las obras se pondrán en escena el 1 de abril a las 21.30 horas en la sala teatral de Zuviría 70. El mismo programa se repetirá los días 4 y 5 de abril a las 21.30 horas y el domingo 6, a las 19 horas.
Son dos notables obras de repertorio clásico de la danza mundial. La primera se abrirá con la obra Raymonda (extractos del primer acto), de Alexander Glazunov, con coreografía de Petipa- Sergeyen, cuya reposición y puesta en escena pertenece a los maestros Regueiro-Ivanoff con vestuario de Claudia Peluso.
En la segunda parte se verá Sueño de una noche de Verano de William Shakespeare, con coreografía de Oscar Araiz y vestuario de Renata Schusheim y con la actuación del Coro de Niños.
Sueño de una noche de Verano es una obra compleja por la cantidad de personajes que intervienen. Pero estamos gratamente sorprendidos por la calidad y talento de los bailarines del ballet. Hay una muy buena combinación, de técnica y voluntad y yo me siento bien recibido en Salta, dijo sobre la obra el maestro invitado Oscar Araiz.
La gente que venga a ver la obra se va a encontrar con una comedia de Shakespeare con música escrita por Félix Mendelson. En este punto Araiz explica: Lo que yo hice fue tomar esta música para llevar al movimiento el clima y las atmósferas de intrigas, misterios y pasiones que viven los personajes. Está muy claro dentro de la obra que hay como un mundo diurno, de los personajes terrenos, y un mundo de la noche, que son como más misteriosos, oscuros, no solamente en sus aspectos, sino también en sus sentimientos.
Según la opinión del maestro no se necesita conocer la obra conscientemente, porque hay un juego de formas que va narrando una historia como más subjetiva y que cualquier espectador puede percibir. Solamente se necesita una actitud de percepción y de apertura. En realidad lo que yo espero es que el espectador goce estéticamente de esta especie de historia que él mismo va a terminar. Cada espectador puede darle también una significación diferente.
Referente a la puesta en escena, Araiz remarcó que básicamente está trabajado sobre la técnica académica, pero hay un empleo del movimiento de una forma orgánica, que creo que es un poco la característica de mi forma de trabajar y coreografiar. Es decir, es el empleo armónico de todo el cuerpo. Sobre todo porque yo encuadro la danza dentro del teatro. Creo que el teatro es el gran marco de la danza, aun en la danza más técnica, más abstracta y más académica. Siempre hay como un relato subjetivo, una atmósfera, un sentimiento; y para mí, eso es teatro.
Cada coreógrafo tiene ciertas características para trabajar en las obras que pone en escena. Araiz asegura que la mayoría de sus trabajos están disparados por la música.
En realidad explica- la música es como la reina de mi trabajo, es la que me da la directriz. Y quizás por mi experiencia y personalidad o conocimientos, tengo la facultad de poder trabajar, a partir de la música, con los estados anímicos a través de los movimientos. Entonces la música me dispara movimientos que pueden ser ligados, abruptos, nerviosos, cortados, pequeños, amplios, rápidos, lentos.
Esos movimientos son las palabras con las cuales se puede contar una historia. Creo que esa es mi característica principal, más allá de la técnica que esté utilizando. Por lo menos, la gente se emociona sin saber por qué. Y yo creo que es porque hay un casamiento de lo que está escuchando de lo que esta viendo. Eso cierra bien, concluye.
En tanto el maestro Leandro Regeiro, director del Ballet Provincial, expresa que Raymonda está basada pura y exclusivamente en la gran técnica clásica rusa del siglo XIX. Creo que eso propone a la compañía un desafío por la claridad y la estructura técnica de la obra; se necesitan bailarines experimentados, que es lo que se está tratando de lograr con una cierta manera de hacer las cosas. Eso además presenta una diferencia muy grande con la segunda obra de Oscar Araiz; tiene otro punto de vista, otro estilo, otro color y otra historia. Son dos obras diferentes que tienen el academismo como un contacto entre sí, pero dentro del espectáculo se equilibran.
Agregó que lo que queremos mostrar es que nuestra compañía no se circunscribe solamente a un punto de vista. Por eso tenemos interés en invitar coreógrafos que tengan otras visiones, que pueden ser válidos cuando estén de acuerdo con la nuestra y cuando no lo estén. La idea es abrir el espectro, el panorama, tanto para los bailarines como para el público de Salta.
La compañía comenzó sus ensayos diarios oficiales el 4 de febrero, bajo la dirección artística del maestro Leandro Regueiro y de Oscar Araiz, con la colaboración de la sub directora, Maestra Liliana Ivanoff y de Liliana Martínez, asistente repositora. El cuerpo de baile está compuesto por treinta y ocho bailarines que trabajan con el maestro Guillermo Cárdenas en el piano y con la maestra preparadora Lourdes Font.