
{sidebar id=9}El fervor de Vieytes por el agro quedó demostrado con la cita elegida para encabezar su número cero: "La agricultura bien ejercida, es capaz por sí sola de aumentar la opulencia de los pueblos hasta un grado casi imposible de calcular y no hay pueblo alguno que pueda prosperar una vez que llegue a desatender a su agricultura, que aún conserva plena vigencia.
Siguiendo la cronología podemos decir que el periodismo agropecuario nació antes de la Revolución de Mayo y con más de doscientos años de existencia le ganó de mano a la mítica Gaceta de Buenos Aires de Mariano Moreno, cuya fecha de salida, el 7 de junio de 1810, sirve de efeméride para todo el periodismo argentino, lo cual es totalmente justo por tratarse del primer periódico de la etapa independiente.
También hubo ilustres hombres de la historia que forjaron el empujón inicial y a los que casi no se relaciona con el deber de informar, como Manuel Belgrano y su periódico Correo de Comercio, encomendado por el virrey de ese entonces.
Al no existir máquinas de escribir y menos aún, computadoras y procesadores de texto, las publicaciones se basaban en el trabajo de esclavos africanos, adiestrados para tal fin como copistas y convertidos en los primeros redactores gráficos.
Para pensar en la radio y en la televisión, hubo que esperar más de un siglo. Y en medios integradores como Internet, 50 años más.
Cinco años después de la aparición de la radio en nuestro país, y desde el Mercado de Liniers, se realizó la primera transmisión sobre un tema sectorial. Fue el 28 de septiembre de 1925, cuando Víctor Dápice inauguró La hora ganadera, con el simple objetivo de hacer conocer los precios de los remates de la plaza vacuna. Los 82 años de aire ininterrumpido lo convierten hoy, en la emisión radiofónica más antigua del mundo. Y es argentina. También agropecuaria.
En 1963 la televisión sectorial tuvo su espacio en el programa Cabildo Abierto del Agro, pero no iba a generar mucha demanda a los periodistas agropecuarios hasta la explosión de la televisión por cable, a partir de la década del 80.
En estos más de dos siglos los medios agropecuarios se multiplicaron exponencialmente. Hoy, cada pueblo tiene su radio y su medio gráfico local, con gran contenido de información sectorial, además de medios gráficos regionales, provinciales y nacionales. Pasado el año 2000 se percibe un estimulante aumento en la cantidad de agro medios y además, ganan terreno las noticias del sector en los espacios de información general, como canales de televisión abierta, diarios y revistas nacionales. Pero hay mucho camino por construir aún.
El Círculo Argentino de Periodistas Agropecuarios -entidad que aglutina a este tipo de comunicadores- ya cumplió medio siglo de vida y superó la barrera de los mil socios. En el mes de enero de 1956 y luego de una jornada de capacitación organizada por la Organización de Estados Americanos (OEA) para trabajadores de la prensa, un grupo de pioneros decidió encolumnarse en el CAPA con el objetivo de reafirmar la libertad de expresión de nuestras pampas.
El periodismo agropecuario es una especialidad que, en la Argentina, no se aprende en ninguna universidad ni escuela de grado. En la actualidad los cursos de capacitación son escasos y hasta el sector se siente incomodo a la hora de informar. Por un lado la heterogeneidad de climas y producciones, y por el otro los distintos enfoques de la noticia, generan disímiles manera de informar, haciendo camino al andar.
Para ejercer un buen periodismo, hay que entender el funcionamiento de la trilogía: objetividad, independencia y libertad. Para ejercer la rama de la comunicación agropecuaria, hay que sumarle conocimiento sobre muchas áreas, como economía, medioambiente, sociedad y política, claves a la hora entender y transmitir- la realidad agropecuaria, convirtiéndola en una verdadera especialización de especialidades.
Si en materia de conmemoraciones la antigüedad es un mérito, podemos decir que mientras el país se apresta a celebrar su Bicentenario, el periodismo agropecuario local ya lo cumplió.