Pese a la promesa del gobierno de distribuirlos gratuitamente, hay que pagar para descargar los libros de Bernardo Frías

  • El anuncio de la Secretaría de Cultura del gobierno provincial no deja lugar a dudas: la historia de Güemes escrita por Bernardo Frías 'será liberada progresivamente de manera gratuita'.
  • ¿Un engaño?

Dice la página web oficial de la Secretaría de Cultura que «de este modo» (es decir, gratuitamente) «los salteños y el mundo tendrán acceso a los 6 tomos: uno cada 15 días, hasta completar la colección con la sexta entrega».


Suena un poco raro eso de «los salteños y el mundo», como si unos y el otro fuesen entidades distintas, como si los salteños no estuvieran en el mundo. Pero si uno se fija en lo que está pasando en nuestra Provincia estos días, esta distinción no parece tan descabellada.

El caso es que el primer tomo de la valiosísima obra de Bernardo Frías Mollinedo que el gobierno ha puesto a disposición de los lectores en la tienda de Google Play no se puede descargar completa de forma gratuita, como se ha anunciado con bombos y platillos.

El que quiera hacerse con el libro completo debe pagar 2,49 euros (o su equivalente en pesos argentinos), lo cual nos da a entender que el gobierno no ha dicho toda la verdad en torno a la «liberación» de la obra del insigne historiador salteño.





La «muestra gratis» que ofrece Google Play llega solo hasta la página 61 del primer tomo, que tiene 546. Es decir, solo está disponible para su visualización pero no para su descarga un poco más del 10% del contenido del primer volumen. El que quiera el libro completo, tiene que desembolsar una cantidad que no parece desmedida, pero que de ningún modo es el cero que prometió el gobierno.

Nadie sabe dónde irá a parar la «racaudación» por la venta de los libros. ¿A los editores, quizá? ¿A las arcas del Ministerio? ¿A los digitalizadores? Lo que es seguro es que no se beneficiarán del producto de la venta los que pudieron haber tenido en el pasado la propiedad intelectual, pues se supone que la tan cacareada «liberación» significa que tales derechos ya han caducado.

Lo peor es que no se sabe quién le puso el precio y con qué criterio. El gobierno no lo ha informado en absoluto.

Mientras tanto, aquel que tenga su teléfono Android conectado con su tarjeta de crédito o cuenta bancaria podrá hacerse con el libro. Los demás, tendrán que pelar el plástico para poder adquirirlo.

Con liberaciones «gratuitas» como estas ya podemos hacernos una idea de lo que vale para el gobierno la transparencia.