
Fue casi un himno desde que la hinchada de Boca le cambió el título y la llamó «La copa que perdieron las gallinas». Un poco más tarde, la hinchada de River replicó -siempre dentro de la escala musical- con «Para que lloren todos los bosteros», otro éxito de escala nacional.
Las dos hinchadas se unieron para cantar la misma canción como aliento imprescindible para la Selección Argentina, a la que desde 1986 en adelante se invita a «poner huevos», pero «desde afuerita».
Hasta ahora no se sabe muy bien si el poner tanto huevo ha servido para algo, puesto que el equipo nacional viene enhebrando fracaso tras fracaso desde aquella fecha, a pesar de haber conseguido llegar a dos finales de la Copa del Mundo (1990 y 2014). Pero a pesar del «ponga huevo» las ha perdido a las dos, y las dos frente al mismo rival: Alemania.
La letra de la canción -que no es responsabilidad de Sergio Denis- utiliza la segunda persona del plural para dirigir la exhortación («ustedes pongan huevos») pero la primera persona referirse a la conquista («que ganamos»).
Esta particularidad no ha pasado desapercibida para algunos científicos sociales que piensan que en ese verso está resumida la esencia del alma argentina. Es decir, que los huevos los pongan otros, que los que ganamos somos nosotros.
Ya lo venía advirtiendo el viejo comentarista Dante Zavatarelli que recordaba que cuando la selección uruguaya conseguía un gran éxito internacional se trataba de «un gran triunfo del fútbol rioplatense», pero cuando caía derrotada hablábamos de un «lamentable traspié del fútbol uruguayo».
Pero no solo las gestas deportivas están atravesadas por una distribución desigual de la testosterona. También las gestas militares, puesto que en más de una ocasión se ponía de relieve la valentía de aquellos oficiales que arengaban a la tropa diciéndole: “Animémonos y vayan”.
Mientras los huevos que necesitamos los pongan otros, ellos serán siempre los derrotados. Nosotros jamás.
Al final, razón tenía Groucho Marx cuando dijo que la principal causa de divorcio era el matrimonio.