
La comunicación oficial del Poder Judicial de Salta se ha tomado la molestia de escribir en una comunicación oficial que a su biblioteca central, que lleva el nombre del ilustre jurista salteño Ricardo Alfredo Reimundín, pueden acudir libremente «magistradas y magistrados, funcionarias y funcionarios y empleados judiciales». ¿Y las empleadas? ¿Está vedado su acceso?
A continuación, para aclarar un poco el asunto, dice: «pero también para abogadas, abogados, estudiantes y público en general». Debió haberse enumerado también a las estudiantas, pero como en realidad cualquiera puede hacer uso de los servicios de esta utilísima biblioteca, la enumeración (incluida la «de género») resulta totalmente superflua en este caso.
También dice la información oficial que la biblioteca «garantiza» [sic] «el acceso a la información doctrinaria, legislativa y jurisprudencial que permita dar respuesta a las necesidades específicas de los operadores jurídicos que lo soliciten, con la actualización en el avance y desarrollo de las ciencias jurídicas y sociales y sus disciplinas auxiliares».
Es decir, que si algún operador jurídico se persona en la biblioteca y no encuentra en sus anaqueles las respuestas a sus necesidades específicas, ¿podrá demandar en amparo al Poder Judicial por incumplimiento de la garantía?
Hubiera sido suficiente decir que la biblioteca «facilita» el acceso, pues garantías de una respuesta específica a las necesidades no existen en ninguna biblioteca del mundo, así como tampoco en Google o la Wikipedia (consultar sus condiciones de uso).
Si la garantía fuese real y no simplemente un exceso léxico, la biblioteca central judicial de Salta podría llegar a ser considerada un prodigio mundial. ¡Y nosotros (ignorantes supinos) no nos hemos dado cuenta!
Las consultas se pueden efectuar en la sala de lectura, que funciona de lunes a viernes, de 8 a 13, en horario de concurso de la mgistratura. El horario extendido a la tarde es solo para algunos juzgados. La biblioteca central solo por la mañana.
Dice finalmente la información oficial que los servicios de la biblioteca comprenden la orientación y búsquedas especializadas personalizadas, las consultas al fondo bibliográfico y bases de datos de la biblioteca, las consultas remotas vía e-mail y la remisión de información, además de boletines informativos con temas de actualidad referidos a las distintas ramas del derecho.
Los lectores (y lectoras, no olvidemos, por favor) también pueden acceder al catálogo de la biblioteca a través de la página web del Poder Judicial de Salta y a los servicios de información jurídica legislativa, doctrinaria y jurisprudencial provincial, nacional e internacional.
En consecuencia, dado el vasto alcance de las soluciones bibiográficas de este formidable repositorio, alguna empleada judicial que necesite como «respuesta específica» una sentencia del Tribunal Supremo de Letonia, autografiada por sus jueces, puede dirigirse a la biblioteca central del Poder Judicial de Salta, invocando la ya mencionada «garantía». Si no obtuviese respuesta, la salida no es la acción de amparo sino la denuncia a Defensa del Consumidor.