
El Día Internacional del Traductor y el Intérprete se celebra en conmemoración del fallecimiento de San Jerónimo de Estridón, patrono de esta profesión.
La celebración ha sido promovida por la Federación Internacional de Traductores desde su creación en 1953. En 1991 la FIT lanzó la idea de un Día Internacional de la Traducción oficialmente reconocido para mostrar la solidaridad de la comunidad de traductores en todo el mundo en un esfuerzo por promover la profesión de traductor en los diferentes países, no sólo en los cristianos.
Eusebio Hierónimo de Estridón o Jerónimo de Estridón (Estridón, Dalmacia, c. 340 – Belén, 30 de septiembre de 420), San Jerónimo para los cristianos, tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín. Es considerado Padre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos.
La traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada la Vulgata (de vulgata editio, 'edición para el pueblo'), ha sido hasta la promulgación de la Neovulgata en 1979, el texto bíblico oficial de la Iglesia católica romana.
San Jerónimo fue un célebre estudioso del latín en una época en la que eso implicaba dominar el griego. Sabía algo de hebreo cuando comenzó su proyecto de traducción, pero se mudó a Belén para perfeccionar sus conocimientos del idioma. Comenzó la traducción en el año 382 corrigiendo la versión latina existente del Nuevo Testamento.
Traducción y Diversidad
El tema para el Día Internacional de Traducción 2017 es "Traducción y Diversidad".El año 2017 marca un hito histórico para todos los traductores, intérpretes y terminólogos, con la 71ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad la Resolución A/RES/71/288, que reconoce el papel de la traducción profesional en la conexión de las naciones y promoción de la paz, comprensión y desarrollo. En la misma resolución, la Asamblea General de las Naciones Unidas declara el 30 de septiembre como Día Internacional.
La diversidad cultural está estrechamente ligada a la diversidad lingüística. Perder su lenguaje significa perder una parte de su identidad cultural. La traducción es importante tanto para mantener y aprender de una cultura. La globalización trae consigo una mayor cooperación internacional, pero la desventaja de esto puede ser la homogeneización cultural, que a su vez amenaza la diversidad. En un esfuerzo por acceder eficazmente a los mercados mundiales, los productos y servicios son culturalmente más que imponer la cultura del contenido fuente. Este tipo de traducción, llamada localización, apoya así la diversidad.
Cada cultura en el mundo debe tener el control de su destino. Mediante la promoción de la diversidad de culturas y lenguas, es que podemos esperar para crear un mundo lleno de posibilidades para aprender, crecer y compartir una visión para la humanidad persona pacífica basada en la comprensión mutua y el respeto.