
La muestra relata, comparte e invita a vivenciar cada momento compartido con los creyentes que año a año se reúnen para caminar lo que será una de las peregrinaciones más grandes del país: la Peregrinación del Milagro.
En el año 2012, Christophe Thillier se encontraba en ese entonces allí, cumpliendo con su profesión cuando se encontró con una gran masa de gente marchando a paso de hombre. Entre los peregrinos reconoció a muchos mineros que provienen de la ciudad de Patito. Luego de recibir una invitación de ellos, decidió acompañarlos por un día. Al año siguiente decidió convertirse en un peregrino más.