
Para observar el tránsito de Mercurio no se pueden usar radiografías, cristales ahumados u otros filtros como los de soldador o no homologados. Es imprescindible utilizar un telescopio y los filtros astronómicos adecuados para observar el sol sin peligro: filtros solares de cristal óptico o Mylar. Los filtros han de situarse delante del objetivo del telescopio o de la cámara fotográfica, nunca deben colocarse detrás del ocular. La concentración de calor es tal que se romperían.
Mirar al sol sin la protección adecuada es muy peligroso ya que produce quemaduras irreparables en la vista que conducen a una pérdida parcial o total de la visión.
Se verá un puntito negro pasando por delante del Sol muy lentamente. El diámetro aparente del Sol (no su tamaño real) es de 0,5º. O 1800 segundos de arco. El diámetro aparente de Mercurio durante el tránsito será de 10".
Mercurio puede confundirse con una mancha solar, pero existen diferencias: Mercurio se apreciará como un círculo pequeño perfecto (las manchas solares tienen formas irregulares), y Mercurio se mueve relativamente rápido por delante del Sol (las manchas solares están fijas sobre la superficie del Sol y su leve movimiento es debido a la rotación solar).