La larga batuta de Nathalie Marin desorienta al Ministerio de Cultura de Salta

El gobierno provincial de Salta ignora, al parecer, el paradero de la recientemente designada directora permanente de la Orquesta Sinfónica de Salta, señora Nathalie Marin.

La directora francesa ha abandonado el territorio provincial sin dejar señas y sin que parezca que esté dispuesta a tomar las riendas de la orquesta provincial.

La situación es un poco extraña, por cuanto desde hace varias semanas su página web personal anuncia que desde el pasado mes de enero, Marin es directora permanente de la Orquesta Filarmónica de Kosovo. La página no menciona a Salta en ningún momento. Ni siquiera con ocasión del concierto que recientemente la francesa ofreció el pasado día 8 de abril.

En su página personal de Facebook, Marin publicó un mensaje (31/1/2016) en el que agradece a la orquesta kosovar después de un exitoso concierto. En este mensaje, Marin asegura que es para ella un auténtico placer colaborar con la Orquesta Filarmónica de Kosovo y vivir en Pristina. Concluye el mensaje diciendo «see you very soon for a new adventure».

Las nuevas aventuras de Marin en el Este de Europa, sin embargo, han dejado desairadas a las autoridades del Ministerio de Cultura de Salta, que por estas horas se preguntan qué hacer con una artista que, al parecer, ha jugado a dos puntas.

Lo llamativo en este caso no es la desorientación de las autoridades del gobierno (que viven desorientadas), sino el hecho de que las webs oficiales de Nathalie Marin (entre ellas sus dos páginas de Facebook) no mencionen en ningún momento a la orquesta de Salta ni al examen al que se sometió para optar al cargo de directora. Tampoco ha publicado Marin ninguna fotografía del concierto que condujo en Salta a comienzos de este mes.

Una orquesta en caída libre

Desde su creación, la Orquesta Sinfónica de Salta ha atravesado por buenas y malas épocas. Ninguna sin embargo tan mala como la etapa que sobrevino al sorpresivo cese del platense Luis Gorelik y la posterior designación de Enrique Roel.

A comienzos de 2010 se produjo la debacle, por cuanto Roel no se hizo formalmente cargo de la orquesta, dando lugar a que la prensa crítica con el gobierno hablara de «improvisación y desidia» en las políticas culturales.