
El Senado salteño había convocado para el día de ayer a una Jornada sobre Violencia. Lo curioso es que la noticia sobre la realización de esta actividad fue difundida por algunos medios de comunicación locales con el ambiguo titular de «Jornada sobre Violencia en el Senado». La frase no dejaba muy claro si la jornada iba a estar dedicada a reflexionar sobre la violencia en la sociedad en general o solamente sobre la que afecta a la cámara alta de la Legislatura.
Al final, por tanto titular mal, en el Senado se produjo efectivamente una situación violenta, pues lo que se pensó como una convocatoria abierta a todos los sectores, terminó excluyendo a la Multisectorial de Mujeres de Salta.
Esta organización, que ha adquirido una notable influencia en asuntos sociales y políticos, no exclusivamente vinculados con los derechos de las mujeres, ha emitido un comunicado, a propósito de estas jornadas legislativas sobre violencia, en el que denuncia que «los senadores tienen la mala costumbre de legislar para las mujeres pero sin las mujeres».
El comunicado desliza también que la falta de rigor técnico en el tratamiento legislativo del fenómeno de la violencia «nos hace retroceder varios casilleros».
Echando mano de una metáfora gastronómica, el mismo comunicado critica la actuación de los legisladores en esta materia al señalar que su tarea muchas veces se reduce a «meter todo en la misma bolsa, agitar y luego agregar una pizca de género y servir».