8 de marzo: Día Internacional de la Mujer

  • El año 2020 representa una oportunidad excepcional para movilizar la acción mundial con miras a lograr la igualdad de género y la realización de los derechos humanos de todas las mujeres y niñas.
  • Derechos fundamentales

El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de las mujeres de a pie que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades.


El mundo ha logrado avances sin precedentes, pero ningún país ha alcanzado la igualdad de género.

Hace 50 años, llegamos a la Luna; en la última década, hemos descubierto nuevos ancestros humanos y hemos fotografiado un agujero negro por primera vez.

Mientras tanto, existen restricciones legales que impiden a 2 700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres. Menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres en 2019 y una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género.

Hagamos que 2020 sea un año decisivo para las mujeres y las niñas en todo el mundo.

Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres

Este año el tema se denomina “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”, siguiendo los pasos de la campaña de ONU Mujeres con el mismo nombre (Generación Igualdad) y que conmemora el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), la hoja de ruta más progresista para el empoderamiento de las mujeres y las niñas en todo el mundo.

Además en este año también se celebrarán otros logros significativos para la Organización, como puede ser el 10º aniversario de la creación de ONU Mujeres, entre otros.

El consenso que está surgiendo a nivel mundial es que, a pesar de algunos progresos, el cambio real ha sido desesperadamente lento para la mayoría de las mujeres y niñas en el mundo. Al día de hoy, ningún país puede pretender que ha alcanzado la igualdad de género. Hay una serie de obstáculos que permanecen sin cambios. Las mujeres y las niñas siguen siendo infravaloradas; trabajan más, ganan menos y tienen menos opciones; y sufren múltiples formas de violencia en el hogar y en espacios públicos. Además, existe una amenaza significativa de reversión de los logros feministas que tanto esfuerzo costó conseguir.

El año 2020 representa una oportunidad excepcional para movilizar la acción mundial con miras a lograr la igualdad de género y la realización de los derechos humanos de todas las mujeres y niñas.

¿Sabías que...?

- Las mujeres perciben un 23% menos que los hombres a nivel mundial.

- Ocupan apenas el 24% de los escaños parlamentarios.

- 1 de 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual y 200 millones de niñas-mujeres han sufrido mutilación genital.

Mensaje del Secretario General: la brecha de poder entre los géneros

En los últimos decenios los derechos de las mujeres han experimentado progresos considerables que van desde la abolición de leyes discriminatorias hasta el aumento del número de niñas escolarizadas. Sin embargo, en este momento estamos presenciando un fuerte retroceso. Las protecciones jurídicas contra la violación y el maltrato doméstico se están diluyendo en algunos países; los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres están bajo amenaza.

Todo ello se debe a que la igualdad de género es, fundamentalmente, una cuestión de poder. Siglos de discriminación y de un patriarcado muy arraigado han creado una enorme brecha de poder entre los géneros en nuestras economías, nuestros sistemas políticos, nuestras empresas y nuestra cultura.

Este hecho nos afecta profundamente a todas y todos y es un obstáculo para resolver muchos de los desafíos y amenazas a que nos enfrentamos, desde lograr una globalización justa que funcione para todo el mundo hasta poner fin a la epidemia de violencia contra las mujeres y construir sociedades pacíficas y seguras. También debemos acabar urgentemente con la brecha digital de género que amenaza con afianzar la desigualdad de género en las sociedades y economías en los decenios venideros.

Dado que las mujeres siguen ocupando solo una cuarta parte de los escaños en los parlamentos de todo el mundo, la representación política es la prueba más clara de la brecha de poder entre los géneros. Por ello, la paridad de género en las Naciones Unidas es una de mis principales prioridades, que ya ha llevado al logro de la paridad en las categorías superiores del personal, dos años antes de lo que habíamos previsto. En el futuro, haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que las mujeres estén representadas en todos los ámbitos de toma de decisiones en las Naciones Unidas, incluidos los procesos de paz. También abogaré ante los Estados Miembros por la derogación de todas las leyes discriminatorias, por la participación igualitaria de las mujeres en todas las esferas, por una mayor protección contra la violencia y por unas economías más inclusivas.

La igualdad de género es un medio de redefinir y transformar el poder que producirá beneficios para toda la humanidad. Es hora de dejar de intentar cambiar a las mujeres y de empezar a cambiar los sistemas y los desequilibrios de poder que impiden a las mujeres alcanzar su potencial.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en https://www.un.org/es/observances/womens-day