
El 5 de mayo de 2014, la Asamblea General de la ONU mantuvo una jornada de debate sobre «La cultura y el desarrollo sostenible en el programa de desarrollo para después de 2015». Los oradores mostraron, mediante testimonios y datos, cómo la cultura, en cualquiera de sus múltiples manifestaciones —patrimonio cultural, sectores de producción creativa, turismo sostenible o instalaciones para actividades culturales— posibilita e impulsa las bases económicas, medio ambientales y sociales del desarrollo sostenible.
La Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural se aprobó en 2001 y a continuación, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de mayo como el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, a través de su resolución 57/249 de diciembre de 2002.
Haz un gesto por la diversidad y la inclusión
En 2011, la UNESCO y la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas Disponible en inglés lanzaron la campaña «Haz un gesto por la Diversidad y la Inclusión» con el propósito de animar a las personas y a las organizaciones de todo el mundo a que tomen medidas concretas de apoyo a la diversidad. Se trata de:- Concienciar sobre la importancia del diálogo intercultural, la diversidad y la inclusión.
- Lograr que todas las personas nos comprometamos y apoyemos la diversidad mediante gestos reales en nuestro día a día.
- Combatir la polarización y los estereotipos para mejorar el entendimiento y la cooperación entre las gentes de diferentes culturas.
Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova
Nuestra diversidad cultural es patrimonio común de la humanidad. Es una fuente de renovación de las ideas y las sociedades que nos permite abrirnos a los demás y concebir nuevas formas de pensar. Esta diversidad es una oportunidad para la paz y el desarrollo sostenible.En la recta final para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la UNESCO reafirma su alegato y su acción en favor del vínculo que une la cultura y el desarrollo sostenible. La resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2013, en que se reconoce el papel de la cultura como motor y facilitador del desarrollo sostenible, es una invitación para movilizar más aún el potencial de la diversidad cultural. Esta diversidad es un valiosísimo recurso para alcanzar los objetivos de desarrollo, ya se trate de combatir la pobreza, promover la igualdad de género, la educación de calidad o los derechos humanos, y debemos incorporarla plenamente en las estrategias mundiales de desarrollo sostenible.
El Informe sobre la Economía Creativa de las Naciones Unidas, preparado conjuntamente por la UNESCO y el PNUD en 2013, mostró que el crecimiento de la economía creativa era de los más rápidos del mundo. En efecto, el comercio mundial de bienes y servicios creativos alcanzó en 2011 el nivel sin precedentes de 624.000 millones de dólares, dos veces más que en 2002. Nuestra diversidad cultural, que abarca desde la concepción hasta la producción de productos audiovisuales, desde el espectáculo vivo hasta los nuevos medios de comunicación, desde la edición hasta las artes visuales, es una diversidad creadora. Genera empleos e ingresos, lleva consigo identidades y referencias DG/ME/ID/2014/014 – pág. 2 colectivas, y contribuye, de esa forma, en nuestro mundo globalizado, a la cohesión social y a la autoestima.
En esta doble índole, económica y cultural, radica el gran mérito de los bienes y servicios culturales. Es una especificidad que responde a la creciente demanda de políticas más integradas, capaces de incluir al mismo tiempo las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo. La cultura no es una mercancía más, y este principio reconocido en el plano internacional por la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, aprobada en 2005, es el hilo conductor para elaborar estrategias de desarrollo más innovadoras y más sostenibles.
Vivimos en la era de los límites -límites de nuestros recursos, límites de nuestro planeta- y nuestra respuesta debe consistir en liberar el recurso renovable más poderoso con que contamos, la inteligencia y la creatividad humanas. Nuestra diversidad cultural es un estímulo para la creatividad. Invertir en esta creatividad puede transformar a las sociedades. Nos incumbe desarrollar en los jóvenes la educación y las competencias interculturales para mantener viva la diversidad de nuestro mundo y aprender a obrar juntos, en la diversidad de nuestras lenguas, culturas y religiones y generar así el cambio. Exhorto hoy a todos los Estados Miembros de la UNESCO a que transmitan este mensaje al más alto nivel, a fin de integrar la cultura y la diversidad cultural en la agenda de desarrollo sostenible después de 2015. Hagamos de la cultura una prioridad, ahora mismo.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en href="http://www.un.org/es/events/culturaldiversityday/"