La desgracia de escribir sobre la 'gente decente'

Puede que para muchos salteños el nombre de Juan Carlos Monedero no sea demasiado familiar. Unos pocos saben, sin embargo, que Monedero es el «número tres» de Podemos, el novísimo partido de la izquierda bolivariana que marcha primero en las encuestas de intención de voto en España y que, según algunos, ganará las próximas elecciones generales en este país.

El señor Monedero es profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid y entre los puntos más salientes de su currículum destaca el haber sido asesor del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías.

El caso es que la burbuja de opinión que ha aupado a Podemos al primer lugar de las encuestas también ha animado al profesor a publicar un libro titulado Curso urgente de política para gente decente, editado por Seix Barral.

Bastó que el señor Monedero escogiera semejante título para que una cascada de desgracias (políticas) cayera sobre él.

Cuando su libro empezaba a hacer época en las librerías de la península, los que nunca faltan sacaron a la luz una pequeña fortuna que, según dicen, el exasesor bolivariano habría amasado en Venezuela y en otros países americanos, con el también pequeño agravante que la cantidad no fue declarada a la Hacienda española ni satisfechos, en consecuencia, los impuestos correspondientes.

Se dice que el profesor de Ciencia Política creó una empresa instrumental para facturar trabajos realizados en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, y poder así eludir o aliviar la carga tributaria.

La reacción de la opinión pública española fue demoledora, hasta el punto de que, hoy, uno de los grandes teóricos de la moralización de la vida política española, partidario de expulsar del poder a los que eufemísticamente la izquierda bolivariana hispana llama «la casta», es ya conocido como «el Bárcenas de Podemos», en alusión al extesorero del gobernante Partido Popular, incurso en varios procesos penales por fraude a la Hacienda pública.

El descenso de la imagen de Monedero fue tan meteórico que, por primera vez, una encuesta de Metroscopia para el diario El País, advierte que el fenómeno Podemos, en alza en los últimos dos años, retrocede en las preferencias populares.

Acorralado, el profesor debió realizar una declaración complementaria de impuestos e ingresar a las arcas del Estado unos 200.000 euros, para evitar, entre otras cosas, que la notificación de una inspección fiscal pudiera colocarlo a las puertas de un proceso por un delito contra la Hacienda pública. El umbral del fraude fiscal con relevancia penal está establecido en este país en los 120.000 euros.

La mala sombra que persigue a Monedero y el mal fario que lo tiene a mal traer es producto, sin dudas, de la pésima elección del título de su libro. A lo largo de la historia ha quedado perfectamente demostrado que escribir sobre la 'gente decente' solo provoca vergüenza, humillación, odio, persecución, incomprensión y daños colaterales a personas absolutamente inocentes. Y todo esto, por generaciones enteras.