
La normativa reconoce determinados derechos a los titulares de datos, como el derecho a la información lo que le permite conocer la existencia de archivos, bases o bancos de datos, su finalidad, sus responsables y su domicilio legal, para poder ejercer los derechos que la ley le otorga.
El titular también puede solicitar conocer los datos que sobre su persona constan en una base y saber cómo lo obtuvo su responsable.
El derecho de rectificación, actualización o supresión permite al titular solicitar la actualización, rectificación y/o supresión de información, así como también su sometimiento a confidencialidad, en aquellos casos en esté desactualizada, sea falsa, incompleta o errónea.
El derecho al olvido hace referencia a cuando una persona se encuentra informada negativamente en una base de datos de prestación de servicios de información crediticia, por una deuda que tiene más de cinco años desde la mora. Entonces, puede ejercer el derecho de supresión para evitar que dicho dato se siga reproduciendo.
El derecho de opt out está referido al tratamiento de datos personales con fines publicitarios y permite la recopilación de domicilios, reparto de documentos, publicidad, venta directa con fines promocionales, comerciales o publicitarios, pero deberá respetarse el derecho del titular del dato, quien en cualquier momento podrá solicitar el retiro o bloqueo de su nombre de dichos bancos de datos.
Recomendaciones para evitar que los datos personales puedan ser accedidos por terceros:
• Al momento de visitar sitios web en los que se solicitan datos personales, es recomendable hacerlo en aquellos que sean de confianza y que dispongan del protocolo SSL. Es decir, que la dirección que figura en el explorador comience con HTTPS. Esto permite que los datos viajen por un canal cifrado.
• En redes sociales se recomienda no aceptar gente desconocida. Hay que recordar que detrás de un perfil falso, puede haber una persona tratando de tomar control de nuestro equipo o robar información.
• En las redes sociales pueden acceder a los perfiles más personas de las que se cree. Una buena práctica consiste en tomarse algunos minutos para configurar la privacidad de la cuenta y así evitar que sea visible para cualquiera.
• Evitar el ingreso a home banking y servicios de correo electrónico desde redes Wi-Fi abiertas, ya que se puede sufrir un ataque de phishing.
• Recordar siempre cerrar las sesiones en internet, ya sea de correo electrónico, redes sociales, mensajería.
• Después de usar un navegador, eliminar los archivos recientes (caché) de las imágenes y contenidos que fueron visitados.
• Navegar y bajar contenidos únicamente de sitios de confianza.
• Revisar detenidamente los contratos de licencia a la hora de instalar cualquier aplicación. Al aceptar estos contratos sin leerlos, podemos estar accediendo a una política a través de la cual la empresa recolecta información que puede ser vendida o expuesta.
• Contar con una solución de seguridad actualizada.