
Según informa hoy el diario El Tribuno, la persona afectada considera que el Estado provincial ha incurrido en una ilegítima intromisión en sus derechos a la intimidad y a la propia imagen al haber sido sus fotografías insertadas, de forma masiva y calculada, en gigantografías, trípticos, spots audiovisuales, ploteos y anuncios publicitarios difundidos en numerosos medios provinciales y nacionales, sin su conocimiento previo ni compensación económica posterior.
María José Biurrun, quien trabajó entre 2009 y 2010 en el Ministerio de Cultura y Turismo del gobierno de Salta, dijo que su contrato de trabajo era «en negro» y que en ninguna de sus cláusulas se recoge la posibilidad de que su imagen sea utilizada en las promociones turísticas oficiales que realiza el gobierno.
La exagente señaló también al matutino salteño que al preguntar a una persona responsable por qué no se le informó sobre el uso que se iba a hacer de sus fotografías, le respondieron: «No te dijimos porque pensamos que ibas a querer cobrar».
Derivaciones desagradables
Según Biurrun, una semana después de que aparecieran las publicidades del gobierno con su cara, alguien utilizó fotos de su perfil de Facebook y las incluyó en un sitio en el que se ofrece prostitución.La joven sospecha que este hecho guarda relación con la difusión masiva y no autorizada de su imagen por parte del gobierno provincial.